¿Por qué no deberías volver a comprar nunca una falsificación?

Tabla 1, Fuente: Expansión

La  falsificación de diversos productos es una situación recurrente tanto en El Salvador como en todo el mundo, pero es una problemática cuya mayor fuerza puede advertirse en los países en vías de desarrollo. En ellos, existe muy poca o ninguna conciencia de las consecuencias que entraña el consumo de productos falsos. Aunque esta situación es particularmente aprovechada con habilidad en el Tercer Mundo, tampoco se puede decir que en las naciones industrializadas sea un problema inexistente.

De antemano se sabe que la calidad no será la misma, y también que una compra de este tipo, por el mismo hecho, va a durar muchísimo menos que su contraparte genuina, entonces; ¿Qué es lo que hace que el consumidor se decante por mercancía falsificada? La causa de esto tiene un paralelismo con aquella frase que suele emplearse para intentar entender la belleza: “Depende del cristal con qué se mire”. Pues en el sentido estricto, los motivos difieren según el perfil del consumidor, ya que están fuertemente relacionados a la necesidad que pretende cubrirse.

 Se prefieren los productos falsificados principalmente por apremio y esnobismo.

Cabe destacar que el dato más cercano al panorama mundial del comercio de falsificaciones es de hace unos 4 años, pero sigue siendo lo suficientemente reciente para aproximar la realidad de la situación. Para el año 2013, las ventas mundiales de productos falsificados se estimaron en US$338 mil millones. Esto es un equivalente al 2.5% del comercio mundial de bienes y servicios. Es posible que a primera vista parezca un porcentaje minúsculo, pero hay que tener en cuenta que contrario a lo que pudiera suponerse, los principales movimientos se dan en la Unión Europea y otros países desarrollados. Se trata de cantidades ingentes de producto ilegal y a precios relativamente altos.

En el caso particular de la Unión Europea, el impacto económico de las falsificaciones asciende a unos €85 mil millones (US$95 mil 400 millones aproximadamente, según el tipo de cambio vigente). Esto equivale al 5% de las importaciones del bloque europeo. Las falsificaciones más comunes en el viejo continente son en principio bienes de consumo tales como: Ropa, calzado, joyería, productos de higiene personal, juguetes, implementos deportivos, entre otros.

Tabla 1, Fuente: Expansión
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Gráfico 1, Fuente: Expansión.
Gráfico 1, Fuente: Expansión.

Cada año los referidos sectores sufren una pérdida directa de €38 mil millones. Alrededor del 72% de las pérdidas por falsificaciones en esta región del mundo están concentradas en 5 países europeos: Italia, España, Francia, Alemania y el Reino Unido. Estos datos ponen en evidencia que los productos falsificados no son un problema exclusivo del Tercer Mundo. Asimismo, aunque las prácticas de copia no autorizada de propiedad intelectual son un delito penado en la mayoría de países del mundo, éstas son socialmente aceptadas, aún en las economías desarrolladas. Por ello, los siguiente es un hecho:

 Los productos falsificados constituyen una amenaza para las industrias de economías basadas en la propiedad intelectual.

Ahora bien, si hay perdedores con el comercio de artículos falsificados, ciertamente del otro lado de la ecuación hay agentes que se benefician de llevar a cabo estas actividades. Desde hace mucho tiempo se sabe que China es la capital mundial de la piratería, pues aproximadamente el 89% (Tomando en cuenta Hong Kong) de los productos falsos que se comercializan a nivel mundial proceden de esta nación asiática. Debido a los grandes ingresos que percibe la industria china por este rubro, inclusive agentes de peso de esta economía, como el CEO de Alibaba, Jack Ma, se han pronunciado en favor de la falsificación de productos en tanto produzcan beneficios al país: «Las falsificaciones chinas llegan a ser mejores que los productos originales».

Es aquí donde puede intuirse el carácter socialmente aceptado de la compra de falsificaciones y piratería, pues algunas de las marcas preferidas por los falsificadores son: Nike, Louis Vuitton, Rolex, Ray-Ban, Apple, MAC y muchas otras de un prestigio reconocido.

El argumento con que se justifica adquirir productos falsos es precisamente el alto precio de los originales.

El consumidor común tiene la concepción que al adquirir una copia bien hecha de un determinado producto está realizando un ahorro importante debido a que ha pagado menos por –supuestamente- lo mismo que desea. Pero a la vez existe muy poca conciencia de lo que sucede en realidad. Pues más allá de las implicaciones económicas analizadas, este tipo de adquisiciones también posee impactos sociales importantes, que son resultado de intentar justificar la piratería en algunas regiones del planeta.

Cifras de falsificaciones: Un riesgo global.

Los impactos sociales más visibles los tenemos en el otro lado de la moneda, pues en los países en vías de desarrollo existe un alto grado de falsificación de productos alimenticios y medicamentos. La consecuencia obvia son los riesgos a la salud que conlleva su consumo, pues en orden de hacerlos pasar por una determinada marca o presentación, ocurre lo siguiente:

Casi siempre resultan ser nocivos para la salud.

De acuerdo a la UNODC (Oficina de las Naciones Unidas para la Drogadicción y el Crimen), el 10% de los medicamentos que se venden en países en vías de desarrollo son falsificados. Esta cifra aumenta de manera alarmante en algunos lugares de Asia, África y América Latina, en los cuales los medicamentos falsos alcanzan hasta un 30% del stock disponible.

Los medicamentos falsificados resultan peligrosos en tanto que carecen del principio activo para su efectividad o son elaborados con sustitutos de dudosa reputación. Esto da como resultado una agudización de los padecimientos que se intentan combatir. Sobra decir que el consumo de medicamentos fraudulentos conlleva un gran riesgo de intoxicación. Se han llegado a encontrar agentes tóxicos.

Se ha llegado a encontrar incluso veneno para ratas.

Una segunda arista del problema en el Tercer Mundo es que mediante la falsificación de bienes se financia indirectamente el crimen organizado. El débil aparato institucional de los países aludidos favorece el contrabando y la falsificación. Paralelamente, existen muy pocas restricciones para la obtención de ciertas materias primas. Como resultado, distintas organizaciones criminales que están involucradas en diversos delitos (Narcotráfico, trata de blancas, entre otros…). Tienen en los productos falsos una importante vía para obtener recursos al aprovecharse del apremio de muchos por solventar sus necesidades a bajo costo.

Cifras de falsificaciones: Un riesgo global.

En otros aspectos, las falsificaciones castigan directamente a las empresas que producen los originales en el sentido que deben elevar sus costos de I+D a fin de minimizar el riesgo que un producto pueda copiarse. El efecto casi inmediato de un aumento en los costos es la consecuente disminución de las utilidades, lo cual limita a las empresas en su gasto corriente y para inversiones. A consecuencia de esto, se dificulta mantener algunos puestos de trabajo o crear nuevos.

 Existe una relación de proporcionalidad directa entre el subdesarrollo y el comercio de productos falsos.

Tras todo lo que se ha visto, resulta evidente que las falsificaciones representa un problema que va más allá de la calidad y duración de los bienes. Tiene muchas consecuencias y efectos que son invisibles al ciudadano común, por no mencionar que indirectamente se coartan nuestras opciones de crecimiento económico. En el escenario actual cuyos motores son la innovación y el conocimiento, la propiedad intelectual constituye un componente decisivo.

La solución del problema pasa por la educación de los consumidores y ésta debe enfatizarse en mucho más que las consecuencias que trae a los dueños de marcas y productos. Debe dimensionarse el problema en un contexto más amplio en el que, como ha quedado demostrado, el costo lo pagamos todos. En el mes de junio, se celebra la lucha contra la falsificación, por lo que es una oportunidad importante de hacer conciencia.

 

Cifras de falsificaciones: Un riesgo global.

Fuente:

El país(España): Los productos falsificados mueven 338.000 millones en todo el mundo.

Expansión:El mercado de las falsificaciones y las millonarias pérdidas para el lujo.