Incertidumbre climática por desprendimiento de Iceberg

Incertidumbre climática por desprendimiento de Iceberg

El incremento del número de icebergs y del nivel del mar es una de las aseveraciones más difundidas en el actual contexto digital acerca del cambio climático. Se afirma con frecuencia que este sería el resultado último del derretimiento de las espesas capas de hielo que cubren los polos a raíz del aumento de la temperatura del planeta.

Es de todos conocido que la temperatura media de la esfera terrestre ha sufrido aumentos sustanciales en los últimos 3 cuartos de siglo. En tal contexto, se ha podido observar a nivel global una serie de irregularidades climáticas que ciertamente han cambiado los patrones naturales en diversas regiones. Un suceso reciente de este tipo se ha podido identificar en el continente más austral del globo, la Antártida, el cual abre nuevamente a la discusión el tema del cambio climático en las regiones polares.

Un desprendimiento de hielo ha dado origen a uno de los Icebergs más grandes que se recuerden.

La pasada semana tuvo lugar en la parte norte de la Antártida el desprendimiento de una masa de hielo que ahora es conocida como Larsen C. Este gigantesco Iceberg tiene una superficie de unos 5 mil 800km2 (Aproximadamente el área de 3 departamentos de la zona oriental de El Salvador). Un espesor de 600m estaba unido al resto de la plataforma de hielo por apenas 4.5km, y en días recientes finalmente colapsaron, causando así la separación de una de las masas gélidas de mayor tamaño en la historia reciente.

El fenómeno da continuidad a otros anteriores en la misma zona del Océano Antártico. En los años de 1995 y 2002, se han registrado desprendimientos similares, que fueron catalogados con los nombres de Larsen A y Larsen B, respectivamente. El destino de la gigantesca masa polar es todavía incierto, pues no puede predecirse a ciencia cierta su trayectoria ni el número de posibles fragmentos en que podría dividirse tras su separación del continente. Sin embargo, surge una pregunta muy válida tras conocerse esta situación:

¿Qué influencia tiene el cambio climático en este tipo de fenómenos?

Tras conocerse la deriva de Larsen C, inmediatamente saltaron todo tipo de especulaciones acerca del aumento del nivel del mar o la relación de este fenómeno con el calentamiento global. En principio, se ha dicho que Larsen C está compuesto por alrededor de 1 mil 150 km3 de agua y no tendría afectaciones en el nivel del mar, puesto que ya se encontraba flotando sobre el océano. Sin embargo, es probable que éste y otros desprendimientos de hielo si tengan relación con el cambio climático. En el trayecto de los últimos 60 años la temperatura media de la zona ha aumentado unos 2.5°C.

Del mismo modo, el hielo de la superficie polar actúa como un escudo reflejante de la radiación solar, por lo que la pérdida del mismo en los casquetes polares repercute en mayores temperaturas en los océanos. Dicho sea de paso, en dichas áreas, por ende no se puede afirmar con certeza que este tipo de sucesos carezca de influencia en esta situación.

Tanto en el caso del problema de la capa de ozono como del calentamiento global, el contexto de la Antártida es un indicador importante en cuanto a la atención a estos problemas ambientales que implican afectaciones a la raza humana en su conjunto. La existencia de un Iceberg del tamaño de Larsen C no ha de tomarse a la ligera.

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