Por: Papachato, Chef
Vivimos en un país en donde siempre queremos estar a la moda y no imponer una nosotros mismos. Solo hay unas cuantas razones por las cuales te puedes volver vegetariano en El Salvador, entre ellas: salud, compasión a los animales o imitar un estilo de vida.
Como ya nuestros padres nos han dicho, todo en exceso es malo, el ser humano fue hecho para ingerir todos los alimentos bajo un balance, esto significa, que si quitas la proteína (res, cerdo, pescado, pollo, entre otras), estás privando a tu cuerpo de elementos esenciales como la vitamina B12. Esto significa que necesitas ingerir la vitamina B12 de otra manera: comprando pastillas y contradiciendo en sí, el propósito de hacerlo por salud.
¿En que nos ayuda la vitamina B12?
La deficiencia de esta vitamina nos hace sentir cansados, reduce el número de glóbulos rojos en la sangre (anemia) y hasta podría llegar a causar problemas neurológicos, adormecimiento de las extremidades hasta riesgos neurológicos serios. La recomendación es que si eres vegetariano por salud, es importante que consultes a tu médico general y posteriormente a un nutricionista.
Ahora hablemos de la razón que está “de moda”: compasión a los animales
Cada vez que he preguntado a una persona que es vegana el porqué es vegana, el 99.99% de las veces es porque “pobrecitos los animales”. Mi respuesta a eso siempre ha sido: pobrecitas las plantas. Las plantas viven, respiran y sienten como cualquier otro ser viviente, y a eso nunca he obtenido respuesta. Se debe tener en cuenta que el vegetarianismo es tan amplio y hay tantas variedades que se han escrito libros muy extensos como: ‘Vegetarianos con ciencia’, ‘Todo sobre el vegetarianismo’, ‘Flexivegetarianos’, entre otros, y todavía han quedado debiendo, esto significa que solo hemos visto la punta del “iceberg”.
Algunas veces también he dado de comer a vegetarianos y he sostenido otro tipo de conversaciones: “soy vegetariano porque no me gusta que los animales sufran”, pero en ese preciso momento le estaba sirviendo un omelette de tres huevos y en mi mente me preguntaba ¿No comes pollo, pero si te comes al hijo del pollo?
Y no es que estoy en contra, ni digo que se debe dejar de comer vegetales e ingerir solo carne; al contrario me encantan los vegetales, no hay nada mejor que un buen antipasto vegetariano: plato que fue derivado de una entrada italiana a base de jamones y vegetales, generalmente consumidos antes de un plato fuerte, he ahí su nombre de “antipasti”. O el famoso “ratatouille”, plato del que siempre he sostenido, que llena el estómago y el corazón al mismo tiempo, pero considerado como un acompañamiento o “snack” en su tiempo de apogeo en Europa.
Somos una sociedad que nos encanta estar al tanto de la farándula y hacer todo los que nos indican las redes sociales, el marketing o nuestros “ídolos”, obviando las necesidades del cuerpo y queriendo ser alguien que no somos. Para muestra un botón, que hasta un club de fútbol ha tenido que lanzar una campaña #eatlikeapro para ayudar a la nutrición de los peques en la casa.
¿Qué significa esto?
Todo empieza con la base que imponen nuestros padres de familia, pues hasta de ídolos futbolísticos se necesita ayuda. Esa misma campaña sugiere lo que vengo diciendo desde el inicio del artículo “todo tiene un balance”, no hay que llevar nada a los extremos. El estilo de vida de un atleta exige consumir cantidades grandes de calorías pero siempre balanceadas. No podemos depender de sustancias que generan los vegetales sin complementar con proteínas. La falta de conocimiento y dinero lleva a muchos deportistas a convertirse en nutricionistas y chefs a lo largo de su carrera.
Para aclarar algunos conceptos les presento los principales tipos de vegetarianismo.
- Ovo-lacto vegetariano: las personas bajo este tipo de modalidad incluyen en su dieta, lácteos, huevos, pero no carnes.
- Ovo vegetarianismo: no incluyen lácteos, no incluyen carnes, pero sí huevos.
- Lacto vegetarianismo: incluyen lácteos, pero no huevos, ni carnes.
- Veganos: no incluyen, ni lácteos, ni huevos ni carnes. Estrictamente solo plantas.
Sus derivados:
Hay una infinidad de dietas vegetarianas que excluyen o incluyen varias comidas, el vegetarianismo budista, el frutarianismo, dietas macrobióticas, la dieta sattvic, el veganismo crudo, entre otras.
Otros vegetarianos también se fijan en productos que pasan por uso animal en su manufactura, por ejemplo, algunas azúcares o enzimas de la línea estomacal del animal, como la gelatina derivada del colágeno de la piel o huesos de animales. Bebidas como el jugo de manzana, alcoholizadas y clarificadas con gelatina o crustáceos triturados.
También están las dietas semi-vegetarianas son conocidas como: pescatarianismo, pollo-pescatarianismo, y pollotarianismo.
Cierro este artículo haciendo referencia a una de mis películas favoritas “El Rey León” cuando Mufasa le dice a Simba: “Todos somos parte del ciclo de la vida”, somos parte de la naturaleza y terminamos incorporándonos en ella al final de nuestro camino.
Dios creo las ostras y las manzanas, no podes mejorar estas recetas pero es tu trabajo intentarlo.
