El arte no ha muerto, Fernando Llort pinta el cielo

Foto de Sara Jiménez

Las despedidas van acompañadas de recuerdos y vivencias que unen, identidades que diferencian, esfuerzos que destacan a todo aquel ser humano que construye su base durante su existencia.

El 11 de agosto de 2018, El Salvador despide pero revive todos aquellos momentos artísticos donde Fernando Llort, artista, pintor, muralista, escultor, compositor, cantante, maestro y sobretodo humano, referente de la cultura tradicional; abandona la presencia terrenal; sin embargo, seguirá presente en cada obra de arte que los salvadoreños continuarán creando, para mantener vivo el legado brindado por el artista.

Foto de archivo

La historia comenzó en una pequeña semilla de copinol, la cual le dio vida a todo un movimiento lleno de vibras positivas, colores, música, lineas y mucha sabiduría que fue compartida a la población de La Palma Chalatenango, El Salvador, municipio cómplice de este fascinante recorrido pintoresco.

A partir de ahí, no hubo frontera alguna, distinciones, barreras ni limitantes; ya que toda una comunidad se unió por el arte, la cultura y la paz mediante las transmisión de mensajes alegóricos a la identidad de un pueblo que gracias al impacto y a la innovación generada por ese surgimiento se convirtió en la identidad gráfica de todo El Salvador, que carecía de este aspecto identificador.

Foto de Oscar Jiménez

Fernando Llort, abandona esta estadía temporal, pero todo aquel que compartió, aprendió, pintó o dibujó en su compañía, sabe que su presencia estará eternamente en cada pincelada, en cada obra de arte que surja con el mismo objetivo que el artista creaba: manifestar lo esencial de la cultura tradicional.