Hoy día, no hay excusas para ayudar a otros, el mundo es cada vez más abierto y las personas están tomando más conciencia de su condición de humanos, o al menos existen más opciones para ser mejores. La adopción se ha tratado como un tema lleno de prejuicios e inconvenientes, sin embargo, se trata de una modalidad viable si deseas tener hijos, pero no quieres o no puedes engendrar. Te dejamos algunas razones para adoptar a un niño o niña que lo necesita.
Tener hijos propios no es garantía de que te cuidarán en la vejez
Los hijos no nacieron para ser tus enfermeros cuando seas adulto mayor, los tuviste porque quisiste y los educaste para ser seres libres. Ellos pueden amarte, pero no sacrificar su vida para cuidarte cuando estés viejo, muchos de ellos se van de su país de origen para desarrollarse y formar sus propias familias.
Los hijos son mucho más agradecidos y fieles
Cuando adoptas le das calidad de vida a seres que fueron huérfanos o abandonados y ellos lo saben, aun así, no tienen por qué ser tus esclavos en la vejez. Sin embargo, por agradecimiento, muchos de ellos hacen esfuerzos sobrehumanos para pagar esa deuda de vida que tienen contigo.
Contribuyes a mejorar las condiciones sociales del país
Si adoptas, evitarás que ese niño que estaba condenado a la delincuencia o la mendicidad, tenga una vida digna con una familia que lo ame.
Disminuyes la sobrepoblación y el aborto
Adoptando, evitarás una incrementar las cifras de sobrepoblación que aquejan a países como El Salvador. De acuerdo a UNICEF 2015, nacen 14 niños cada hora, cifras alarmantes para un país del tamaño del lago Titicaca.
Adoptar es un acto de civilización y humanidad
Las personas civilizadas son abiertas y cultas, saben que no existe diferencia entre los “hijos de sangre” y los hijos adoptados, ambos son hijos, no hay distinción. Las personas civilizadas toman decisiones con conciencia de causa y con el objetivo de mejorar su entorno social.
