No hay vida después de la muerte

Por: Mario Mejía, Escritor 

Desde tiempos inmemoriales los humanos son ya conscientes de su propia muerte, son ya víctimas del sufrimiento provocado por la muerte de sus seres queridos, son ya víctimas del miedo a morir. Es por eso que, dado el impacto psicológico que esto produce, nacen todo un repertorio de explicaciones sobre las causas de la muerte y sobre qué hay después de ella.

Una de las preguntas más fundamentales en torno a la muerte es: ¿Habrá vida después de la muerte?

Los humanos tienen un ferviente deseo de seguir viviendo, de volver a reunirse con los seres queridos ya fallecidos, por eso, han creado extravagantes relatos que aseveran que hay vida después de la muerte.

El filósofo Friedrich Nietzsche nos da a entender que los humanos en tiempos muy antiguos creían que los sueños son otra realidad, por lo que cuando aparecían en los sueños parientes ya fallecidos, el resultado era concluir que estos seguían vivos.

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Tomada de El expres.com

De esto podemos decir que, la capacidad de soñar con personas ya fallecidas es uno de los factores que ha dado   origen a la creencia de que hay vida después de la muerte.

Pueblos como los indo-arios, los sabinos, los griegos y romanos, creían desde tiempos muy antiguos que los muertos seguían viviendo dentro de la sagrada tumba familiar, que tenían necesidad de culto y siempre las necesidades de comer y beber. Y si no se les satisfacía estas necesidades, se convertían en espíritus errantes que asustaban y molestaban a los vivos.

Antiguos judíos creían que los que morían en Jehová iban al seno de Abraham y los evangélicos creen que los que no creen en Cristo van al infierno y los que creen en Cristo van al cielo. Mientras que los Testigos de Jehová creen que morir es como dormirse para luego resucitar en el reino de Dios (claro la resurrección solo es reservada a los creyentes)

Estos son algunos de los muchísimos relatos religiosos sobre la existencia de vida después de la muerte. Pero la mala noticia es que, no existe vida después de la muerte.

Una condición esencial para que haya vida después de la muerte es: que las capacidades mentales, los sentimientos y emociones sobrevivan a la muerte del cuerpo, y que sigan funcionando de una manera similar o idéntica a cómo funcionaban en el cuerpo vivo. Pero, lo que sucede es que, la ciencia de la vida nos da datos que nos dicen que, los sentimientos, las emociones y los pensamientos son procesos bioquímicos del cuerpo, de que las capacidades mentales son actividad cerebral. En otras palabras, eso que podríamos llamar alma o espíritu no son más que fenómenos corporales o fenómenos orgánicos, muy complejos claro.

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Tomada de: Revista Win

Cuando se sufre un daño cerebral también se puede sufrir daño en las capacidades mentales, emocionales o sentimentales, como el caso de un trabajador de ferrocarril del siglo XIX, que al ser atravesado su cerebro por una varilla su personalidad cambió grandemente.

Actualmente, la biotecnología estaría buscando formas de manipular, potenciar o nulificar atracciones amorosas incómodas, como serían los futuros tratamientos anti-amor mediante pastillas o intervenciones en el cuerpo. Esto es posible porque el amor no es un fenómeno espiritual sino corporal

Esto nos indica que, la existencia de vida después de la muerte es improbable, porque está claro que lo que debería sobrevivir para que haya vida después de la muerte, no sobrevive a la muerte del cuerpo.

Esto demuestra que, a pesar de que el ser humano es el animal más poderoso del planeta y el que más cosas grandiosas ha creado, no posee ningún origen y destino especial. Solo es la especie animal más rara que han creado las fuerzas ciegas de la materia.