¿Qué es destrucción creativa y cómo afecta al comercio online?

Comercio Online

El comercio en línea es desde hace cerca de 20 años una actividad cotidiana. Sitios como Amazon, Ebay, entre muchos otros son un derivativo del desarrollo de Internet que ejemplifica muy bien la dirección que tuvo como medio masivo. Nadie imaginaba a inicios de los años 90 que la red de redes pudiera tener tales alcances, que más temprano que tarde se hicieron realidad. No faltó en aquel entonces más de algún experto o especialista que vaticinaría que su uso cambiaría el mundo.

 El que lo dijo tenía razón.

Ciertamente el mundo de hoy no es igual a cuando la web fue introducida. A diario somos testigos de ello y hoy hasta tenemos accesos literalmente de bolsillo. Sin embargo, muchas de las predicciones apocalípticas de los 90s fallaron parcialmente. En aquel momento se dijo continuamente y con vehemencia que Internet era el futuro –correcto- y que muchos estándares y know hows variados desaparecerían de inmediato -¿Falso?-.

Hemos visto que la variante tradicional del comercio, es decir en un local y con mercancía a la vista, ha coexistido por cerca de un cuarto de siglo con las modalidades online y en algunos casos, se ha adaptado a ésta con el fin de acercar productos y servicios a los usuarios.

Pero como cabría esperar de un entorno económico capitalista, nada dura para siempre.

Decimos esto porque la naturaleza humana y el fundamento del sistema (la libertad de poder hacer negocios) están forzando esta coexistencia a sus límites. La preferencia por la compra en línea y todas sus ventajas están actuando en desmedro del comercio tradicional. Connotadas empresas están optando por reducir drásticamente sus operaciones físicas, aún en países cuyos mercados son clave para obtener ganancia.

Y la razón de esto es precisamente la posibilidad de poder comprar desde casa.

El consumidor tiene muy claro que mediante un click se ahorra una muy buena cantidad de incomodidades y costos. Ante la masificación de opciones comerciales en línea se hace más evidente la dificultad de mantener un local físico. Un consumidor que esté muy habituado al comercio electrónico difícilmente hará una visita a un puesto de venta situado en un punto fijo, salvo que sea para un reclamo o a recoger personalmente su pedido. Hay que mencionar que del otro lado de la ecuación, los costos de mantener un local se convierten en una carga ilógica en la medida que baja la afluencia de clientes presenciales, entonces surge la pregunta clave en todo este asunto:

Si ambas modalidades habían funcionado bien por tanto tiempo, ¿Cómo es que hoy una está desplazando a la otra?

Decíamos al principio que en los albores de la era del Internet se condenaba casi de inmediato al olvido a una buena cantidad de tareas y modos de hacer las cosas que hoy por hoy son cientos de veces más eficientes de realizar con auxilio de la web. Mucho tiempo después podemos ver que no se equivocaron, pero la certeza del asunto es que esto ni es propio de los 90s ni tampoco del Internet. 75 años antes del fenómeno, el mismo ya había sido explicado científicamente.

La circunstancia actual del comercio en línea es quizá uno de los casos más emblemáticos de la “Destrucción Creativa”.Este es un concepto que en múltiples ocasiones ha sido descrito como una de las claves para entender nuestro entorno económico. El mismo fue planteado en el año de 1942 por Joseph Schumpeter en su obra “Capitalismo, Socialismo y Democracia”. A grandes rasgos, la Destrucción Creativa parte de uno de los fundamentos naturales del sistema, el cual es el carácter dinámico de la libre iniciativa.

En otras palabras, el capitalismo no es ni puede ser estático debido al mismo hecho de que la libertad económica es proclive a la innovación.

Es decir, en la medida que la actividad económica tiene sus bases en la libre iniciativa, el terreno es fértil para el desarrollo de ideas nuevas en todos los aspectos que involucra un negocio: Materias primas, productos, procesos, métodos, entre otros muchos factores. En la medida que la nueva situación y desarrollos se traducen en nuevas mercancías o servicios y son aceptados e interiorizados por el consumidor, hacen desaparecer productos y modelos de negocios anteriores.

A esto es a lo que se conoce como “Destrucción Creativa”, puesto que en el proceso natural de innovar y crear algo nuevo para hacerse de un nicho de mercado, paralelamente se destruyen o transforman los productos anteriores.

Este concepto está fuertemente asociado a la Libre Competencia.

Esta dicotomía de crear y destruir en el intento de captar la atención del cliente se da como una consecuencia de la competencia entre distintas empresas.

Ahora bien, el caso del comercio en línea, aunque responde a la dinámica planteada por Schumpeter, es más un fenómeno que se da en el ámbito de los procesos. El hecho aquí es que estamos viendo la transformación de un modo de hacer negocios que, aunque no eficiente, ha sido el estándar durante siglos y que de acuerdo al concepto, el resultado lógico ha sido la paulatina desaparición de lo tradicional.

Joseph Schumpeter
Palabras de Joseph Schumpeter.

En este caso, ha sido una buena cantidad de locales físicos en plazas de mercado importantes.

Enfatizamos en el carácter paulatino del tiempo que tardó esta situación, precisamente aludiendo al dinamismo del libre mercado. Es necesario decir que aunque se daba por descontinuado al comercio tradicional, esto no fue un suceso inmediato y en el mismo sentido sería muy aventurado predecir cuanto tiempo le queda. En razón de las mismas circunstancias tampoco es posible deducir cómo o por dónde se van a dar las siguientes etapas del proceso.

Como se ha observado, las presentes circunstancias sobrepasaron todos los pronósticos.

El caso del comercio online es sin duda un muy buen símbolo de los planteamientos schumpeterianos, pero a su vez saca a la luz un aspecto que la teoría suele ignorar, el cual es la velocidad con la que las innovaciones emergentes son asimiladas y consecuentemente desplazan a sus antecesores. Por ende es necesario resaltar además que aunque el proceso de Destrucción Creativa es algo presente en el ámbito económico, tiene un carácter impredecible que está en función de la capacidad de innovación de los agentes económicos. Por lo que su concreción en esta u otra circunstancia económica es algo que sólo los emprendedores más visionarios saben a ciencia cierta.

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Fuentes:

Zona económica: «El proceso de Destrucción Creadora»

Elcato.org: Destrucción creadora. 

Centro Schumpeter: La innovación en el proceso de “destrucción creativa”.