Para Otto Catota, las artes marciales y los deportes ya son parte esencial de su vida. Comenzó a practicar Taekwondo a temprana edad. Se graduó del cinturón negro a los 15 o 16 años. Tiempo después, quiso conocer más artes marciales. Quería aprender a utilizar más los puños, ya que Taekwondo se enfoca más en las patadas.
Conoció algunas escuelas de Kung-Fu y en este viaje, conoció por primera vez el Capoeira. Esta disciplina es de carácter cultural y nació en Brasil, en la época de los esclavos. Esta práctica surgió como un acto de libertad de parte de los esclavos, donde el arte marcial se disfrazaba de movimientos de baile.
El Capoeira se define como un arte donde la lucha y la danza se mezclan.
Otto conoció esta disciplina con un grupo que lo practicaba por 6 meses y en ese tiempo, conoció otro deporte que lo fascinó, el Parkour. Proveniente de la palabra francesa “parcours”, esta disciplina se conoce como: El arte del desplazamiento. Tuvo su origen en las Fuerzas Especiales Francesas, como un desplazamiento militar, donde el propósito primordial consistía en moverse de un punto A a un punto B sin ser detectado.
En el Parkour, el que lo practica corre, salta e incluso se puede colgar de algún lado, y Otto explica que se caracteriza por carecer de herramientas extras para lograr el desplazamiento, ya sea una bicicleta o una patineta. Otto puntualiza que para lograr con efectividad esta especia de avance táctico, la persona debe ser sigilosa como un gato.
En las siguientes imágenes, se puede apreciar como Otto practica Parkour:
Por eso, hay movimientos con nombres como los siguientes: Salto de gato, paso de gato, se trata de asemejarse a este animal al ser efectivo con cada movimiento.
Se realiza la acción sin hacer ningún tipo de escándalo.
Otto también nos habla de una disciplina llamada Freerunning, que se asemeja al Parkour en muchos aspectos, pero posee una diferencia innegable. En lugar de buscar no ser detectado, el individuo se enfoca en el aspecto estético del movimiento. Si hay un muro, el que practica Parkour, sólo lo salta y apenas lo toca, pero el que practica Freerunning, salta el mismo muro tocándolo con un pie y una mano, para lograr un efecto más vistoso.
Mientras Otto se dedicaba a aprender y amaestrar los complejos e enérgicos movimientos de estas disciplinas, conoció otro deporte aún más emocionante: El tricking. Comenta que ya antes de practicarlo, había visto un video y le había llamado bastante la atención.
Lo curioso del Tricking es lo siguiente: Otto había practicado a estas alturas Taekwondo, Capoeira y Parkour, e incluso había conocido otras artes marciales como el Kenpo Karate. Entonces, cuando encontró este revolucionario deporte, la indicación es: Mezclar todo lo anterior.
Esto asombró a Otto y se preguntó:
¿Dónde había estado el Tricking todo este tiempo?
Era justo lo que quería hacer, justo lo que debía practicar. Sin embargo, profundicemos un poco más: ¿Qué es exactamente este deporte? Es algo relativamente nuevo. El tricking consiste en la amalgama creativa y visualmente estética de movimientos provenientes diferentes disciplinas, como las patadas de artes marciales como el Taekwondo, los giros acrobáticos de la gimnasia, como un salto mortal, o incluso los pasos de baile, como los famosos Power Moves característicos del Breakdance o del Hip hop. Y realmente, el Tricking puede llegar a ser incluso más.
Como Otto ya poseía conocimientos en las artes marciales, pudo avanzar rápido y sumergirse en la aventura del Tricking, ya que se trata de saber combinar todos estos elementos de forma original. Él detalla que las patadas pueden usarse en los combos, pero realmente el conjunto de movimientos se vuelve Tricking puro al incluir algo de otras artes, como la danza. Algo importante que debe mencionarse es que se realiza en un piso plano en un espacio abierto.
En sí, la belleza del tricking está en el hecho que cada tricker (practicante de esta disciplina) puede crear su propio estilo mediante los rubros atléticos o artísticos que conozca. Por ejemplo, Otto conocía amigos que hacían break dance y cuando ellos querían practicar tricking, él se encargaba de guiarlos en los movimientos de artes marciales.
Un combo de Tricking puede ser de varias formas:
Tres patadas en el aire y un mortal de gimnasia.
El Tricking se trata de mezclar movimientos extremos de artes marciales con piruetas. Incluso se puede mezclar con las poses delicadas del Ballet. “Una de las reglas generales del tricking es que no hay reglas. Podes ser prácticamente lo que querrás.” Asegura Otto con una sonrisa.
Al contrario de otras disciplinas atléticas, el Tricking no busca la naturaleza práctica o efectiva del movimiento. Se centra más en la exhibición del combo; en lograr algo visualmente impresionante.
“Para mí, hacer tricking o hacer parkour es como ese sentimiento de ser libre, de poder hacer lo que te gusta y poder llamarlo arte.” expresa Otto. Explica que en el momento en el que el tricker realiza un movimiento, sólo eso importa. “Estás totalmente inmerso en lo que estás haciendo.”
Para él, que alguien vea lo que hace, lo felicite, e incluso se inspire, lo llena de una enorme satisfacción. “Eso te hace aprender a disfrutar la vida en su momento, y vivir ese instante”
Además de practicar estas diversas disciplinas, Otto Catota da clases en Tiger Gym Kenpo, donde se practican bastantes artes marciales. Un día, se ve Taekwondo y al siguiente, se practica Grappling, sistemas de lucha de cuerpo a cuerpo o de peleas en el piso.
Aquí Otto habla de los beneficios de las artes marciales.
En ese gimnasio, les da clases a niños de varias edades. Comenta que hay psicólogos que les recomiendan a los padres llevar a sus hijos a clases de Karate ya sea por hiperactividad o por introversión. Cuando un niño es cohibido, las artes marciales le ayudan a ser más extrovertido y cuando es hiperactivo, los ayuda a ser más tranquilo y a mejorar la concentración.
Otto ejemplifica el caso de niños que llegan con dificultad para caminar y a los meses, ya pueden correr, saltar y hacer muchas cosas con facilidad, y ver este crecimiento es gratificante. También menciona el caso de una familia cuyos miembros recibieron juntos clases de artes marciales y esto los volvió más unidos.
Una de las razones por la cual bastantes personas desean aprender un arte marcial es para la auto defensa y Otto opina al respecto: “Está bien si tú quieres aprender artes marciales porque te golpean o te maltratan y quieres aprender a defenderte, pero una de las bases de todas las artes marciales es el respeto a los demás, el autocontrol y la disciplina.”
Lo que diferencia un arte marcial de un pleito callejero son los valores que fomentan estas disciplinas. En las peleas de pandillas, no hay un sentido de hacer el bien o de hacer lo correcto. “Suena irónico, pero uno aprende a pelear para no pelear.” Puntualiza.
Otto Catota nos hace una invitación para que conozcamos toda esta enriquecida variedad de artes marciales y disciplinas que existen. “La finalidad de estos deportes es hacerte caer en cuenta que podemos hacer muchas cosas y no importa tu condición física o tu género, podes llegar a hacer cosas increíbles con tu cuerpo, y lo vas a disfrutar.”
Te invitamos a darle tu apoyo a Otto en su página de Facebook y al grupo al que pertenece: Avalanche Free Run (Parkour El Salvador).
