Si bien es cierto que el Sol está a miles de kilómetros de la Tierra, esa fuente inagotable de energía presenta cada cierto tiempo unos ciertos fenómenos que repercuten en nuestro planeta. Aunque no son del todo significativos, merecen que se les preste cierta atención, pues son el origen de ciertas anomalías en el funcionamiento de ciertos equipos.
El ciclo solar es un período de aproximadamente 11 años en el que el astro rey recompone su campo magnético y a raíz de esto se producen las llamadas manchas y explosiones solares. Ambos tipos de sucesos tienen afectaciones en las transmisiones de radiofrecuencia en distintas zonas del planeta, así como también los sistemas de transmisión de electricidad. La recurrencia entre ambos tipos de fenómeno en la superficie el Sol está en función del movimiento de sus polos.
Durante el período en cuestión invierten su dirección, afectando así la incidencia de manchas y explosiones solares.
En la última semana se ha detectado la mayor explosión solar del presente ciclo.
Entre el 4 y 6 de septiembre pasados, el Solar Dynamics Observatory de la NASA, un satélite puesto en órbita para monitorear la actividad solar, reportó 2 erupciones solares de categoría X. Estas tuvieron efectos en las referidas fechas en los equipos de radiofrecuencia en la cara de la Tierra que daba al Sol en el momento de registrarse este fenómeno.
Los efectos disruptivos en la Tierra se deben a la cantidad de plasma de alta energía que se libera cuando ocurren estas explosiones en la superficie de la estrella. Cuando éste entra en contacto con el campo magnético terrestre, provoca tormentas magnéticas que son imperceptibles al ser humano, pero afectan el funcionamiento de dispositivos que operan en ondas de radio y del mismo modo, la normalidad de la transmisión eléctrica en las redes de las áreas de influencia.
La situación causada por la explosión solar tuvo una duración indeterminada.
El día 6 de septiembre tuvo lugar la mayor manifestación del referido fenómeno solar. Aunque se estima que para esta fecha ya no se reportan anomalías en las transmisiones de radio, no se tiene certeza exacta de la duración del mal funcionamiento producido por las tormentas magnéticas en el exterior de la esfera terrestre.
Estos sucesos en la superficie del sol se presentan cada cierto tiempo en el período estimado del ciclo solar de manera relativamente difícil de predecir. Por eso, se recomienda estar alerta ante un eventual funcionamiento anómalo de redes eléctricas y transmisiones radiales.
