¿Qué pasaría si el Cambio Climático fuera un dragón?

¿Qué pasaría si el Cambio Climático fuera un dragón?

Si el cambio climático fuera un dragón enojado, desesperado y hambriento; un dragón con una cabeza cubierta por las nubes; un dragón cuyos pasos hicieran temblar la tierra por todos lados, ¿qué sucedería? Si los problemas ecológicos fueran un dragón exhalando chorros de fuego calentando y quemando los entornos, consumiendo bosques enteros, dragando ríos completos, aplastando pueblos y caseríos, ¿qué sucedería? ¿Y cómo reaccionaríamos si, para colmo, este dragón depositara los restos podridos y tóxicos, productos de su apetito insaciable, convirtiendo la tierra en una gran cloaca?

Si esto sucediera, la humanidad tomaría acción.

Frente al dragón, la humanidad en su conjunto, declararía guerra, dedicando su tiempo y energía para trazar estrategias, movilizar fuerzas, cavar trincheras y construir defensas. Banderas políticas o diferencias ideológicas no tendrían importancia frente a la gran tarea de evitar que los últimos vestigios de la humanidad sirvieran como merienda del dragón.

Por desgracia, el cambio climático no es un dragón.

No es algo capaz de despertar una reacción universal, fuerte e inmediata. Lastimosamente el cambio climático no es el tipo de enemigo con cara, cuerpo y nombre. Tampoco se le puede balear, bombardear, atrapar o capturar. Pero es un enemigo plenamente capaz de realizar invasiones masivas y emboscadas repentinas con poca anticipación, pero con mucho daño.

¿Qué pasaría si el Cambio Climático fuera un dragón?

El tifón Haiyan en las Filipinas mató a 7,000 personas, después que Mitch dejó un saldo de 18,000 centroamericanos muertos. Olas de calor en Europa mataron aproximadamente 50,000 en 2003, con miles más en India y Paquistán cayendo de insolación en los últimos dos años.

Con un mundo definido por el cambio climático, la humanidad va a enfrentar múltiples asaltos.

Va enfrentar maremotos, incendios forestales, olas de calor sofocantes, plagas generalizadas, enfermedades exóticas y largos episodios de sequedad intercalados por grandes inundaciones.

Dentro del panorama, podemos ver un aumento devastador del nivel del mar para ciudades y asentamientos humanos. El aumento del mar no procede en línea recta, de una manera suave, paso a paso, poco a poco, dando avisos. Vendrá con tormentas mortíferas, llevando la marea a cubrir cada vez más tierra y cediendo cada vez menos.

Antes de sumergir ciudades, las va a quebrar.

El cambio climático se puede convertir en un estado perpetuo de emergencia que la sociedad humana no está equipado a enfrentar. El cambio climático se puede convertir en algo peor y más aterrador que un dragón.

Agradecimientos a: Miguelito Hoffman.