¿Cómo me volví un cinéfilo?

Por: Santiago Lovo, Comunicador y Cinéfilo

El cine no solamente es arte, es una forma de expresión legítima, con la cual podemos influir en el pensamiento de cualquier sociedad. La influencia que ejerce sobre las masas puede ser comparada con los efectos de la música o de la pintura. Sin duda, el que hace buen cine, puede auto denominarse, como el dueño de todo un séquito de cabezas pensantes que adornan una cultura.

Una pasión por el cine

Desde niño tuve una gran fascinación por el cine de misterio. Todas aquellas películas que te dejan pensando y diciendo ¿Qué es lo que paso aquí? Realmente me gustaba quedar anonadado y ser testigo de un final totalmente atípico al que estamos acostumbrados. Sin embargo, no fue hasta hace unos pocos años que empecé a ver con más atención los detalles en las películas.

Fueron filmes como “The Cube” de Vicenzo Natali, “El Resplandor” de Stanley Kubrick, “Freaks” de Tod Browning y el descubrimiento de la tétrica filmografía de David Lynch, lo que me llevó a observar con mayor detenimiento las películas. Fue desde ese momento, que aumentó significativamente mi interés por descubrir filmes de distintos géneros y épocas.

Un enfoque histórico

Parte de mi fascinación por el mundo del cine, se relaciona con la pasión que tengo por la historia. Creo que el cine es una excelente herramienta para poder apreciar los cambios históricos y culturales que han influido en nuestra sociedad. Conocer el cine mudo y las divas deslumbrantes como Louise Brooks y Jean Harlow, te puede transportar a la esfera momentánea de glamour que se vivía en épocas antiguas. La irreverencia de Pier Paolo Pasolini, inquietando a los públicos conservadores o un Francis Ford Coppola aludiendo a las épocas del auge gánster. Son solo algunas de las ventanas indiscretas que nos pueden hacer testigos de una vida plasmada en rollos antiguos de película.

Más allá de círculos sociales

Reunirse con amigos para ver películas es una de las prácticas que más me emocionan. Creo que debería de haber círculos de cinéfilos en distintas partes y poder compartir gustos cinematográficos, y hacer críticas a filmes de forma grupal. He tenido la dicha de poder ser parte de un proyecto naciente, como es el Club de Cine NEKAL; un colectivo de cine que busca destacar el Séptimo Arte en una sociedad que no le toma la debida importancia, como es el lamentable caso de la nuestra.

Hay que darle una nueva oportunidad al cine, creer que nuestro país puede figurar en los tops de películas de culto mundiales y ¿Por qué no? Creer en el potencial cinematográfico que siempre hemos tenido, pero que no hemos sabido explotar.