Todas las señales en nuestro alrededor apuntan al hecho que el efecto avalancha ya está comenzando. Esto hace referencia al hecho que calor sobrante ya está provocando más evaporación del agua de los ríos y mares. La evaporación en la tierra crea más vapor en la atmósfera y más turbulencia en el mar. Más vapor atmosférico atrapa aún más calor en la tierra. Más vapor atmosférico combinado con más turbulencia del mar da como resultado la fórmula perfecta para huracanes.
Más calor en el planeta tiende a secar suelos, debilitando los árboles, dejándolos vulnerables a incendios forestales. La pérdida de áreas forestales provoca la liberación masiva del dióxido de carbono almacenado en árboles vivos, calentando el mundo aún más. La pérdida de áreas forestales debilita la captación del dióxido de carbono, lo que también provoca más calentamiento.
Más calor en el planeta provoca el derretimiento de los glaciales.
El derretimiento de glaciales reemplaza la blancura de nieve y hielo con la oscuridad del mar o terrenos expuestos. Tal oscuridad absorbe aún más calor en el planeta que una cobertura blanca. Con el desaparecimiento progresivo de las capas polares, el hielo de la región sub-ártica cede, causando la peor pesadilla de todo el proceso del cambio climático.
Soterrado bajo la Tundra que rodea el Círculo Ártico, yacen miles de millones de toneladas de metano congelado por millones de años, esperando su liberación. Se estima que hay más carbono enterrado en la Tundra del que está en la atmósfera. El metano es un gas de efecto invernadero treinta veces más potente que el dióxido de carbono.
La fuga masiva del metano será el último dominó para caer antes de nuestra salida como especie del escenario planetario.
En julio de 2014, se descubrió el primero de una serie de cráteres que se formaron en la Tundra de Siberia.
Esto despertó interés en la comunidad científica.
Asentamientos humanos, de hasta 100 kilómetros fuera del sitio, aseguraron escuchar grandes explosiones y vieron una brillantez alumbrando el cielo, proveniente del área de los nuevos cráteres. No hubo meteoros volando, ni bombas explotando. Pero sí se descubrieron grandes hoyos en la tierra con rocas inmensas aparentemente tiradas desde adentro.
Cuando equipos científicos exploraron y estudiaron los cráteres, los resultados indicaron que la avalancha ya está en camino. Si bien es cierto que el aire normalmente contiene 0.000179% de metano, se encontró una concentración de hasta 9.6% de metano en los cráteres.
Es una concentración casi 54,000 veces más que lo normal.
Concluyeron que el metano se está filtrando por la tierra que se está calentando. Desde el primer cráter, se evidenció que se están asomando otros más en la misma área. Esto es preocupante.
Ecologistas en Alaska encontraron burbujas formadas en los lagos de este estado. Son burbujas inflamables, hechas de metano. Burbujas, plumas y chorros de metano pueden ser el prefacio a cascadas de metano hacia el cielo. En presencia de tormentas de relámpagos, el mundo puede ser testigo de cascadas que se encienden y explotan desde la tierra hasta el cielo con una fuerza apenas imaginable. ¿Qué otras realidades climáticas preocupantes serán descubiertas?
Agradecimientos a: Miguelito Hoffman
