Por: Santiago Lovo, Comunciador
Un día como ahora, pero en el 1937, nace una de las figuras más prominentes de la música de crítica social, el argentino Facundo Cabral. De acuerdo con su biografía en Historia Biografía, el artista tuvo que vivir una serie de dificultades desde que era un niño. Luego del abandono de su padre, la madre de Cabral tuvo que criar a 8 hijos en condiciones bastante precarias, con el pasar del tiempo, sin ser todavía músico, se involucró en problemas delictivos que lo llevaron hasta un reformatorio, del cual escapó. Siendo considerado como trovador, Facundo trascendió en el mundo de las letras y de la mano de grandes poetas como Walt Whitman y Jorge Luis Borges, hizo música con la finalidad de transmitir un mensaje amplio, con temáticas de religión, misticismo, anarquismo y crítica social.
Según El Nuevo Día, Cabral logró un considerable éxito con la canción ‘No soy de aquí, ni soy de allá’ lo que le permitió ser reconocido mundialmente y poder colaborar con artistas de la talla de Julio Iglesias. Siendo contundente en sus letras, el artista siempre criticó la censura y llegó a conocerla cuando utilizó palabras que son consideradas obscenas, sin embargo, fue su opinión la que más problemas le causó. Facundo no tuvo nunca miedo de expresar lo que pensaba y hacer con todo ello canciones memorables. Pero sus controversiales versos no le impidieron llegar a obtener destacados reconocimientos, como haber estado nominado al Nobel de la Paz y haber sido considerado por la UNESCO, como: “Mensaje mundial de la paz”.
Al igual que su vida y obra, la muerte del trovador fue más que polémica y le dio la vuelta al mundo por haber sido un asesinato. El 9 de Julio de 2011, una noticia dejó anonadados a sus miles de seguidores, y es que los medios de comunicación anunciaron el terrible suceso del cantante a manos de unos delincuentes. Según Univisión, Facundo murió a causa de las heridas de bala que le produjeron unos sujetos luego de emboscarlo en Guatemala.
A pesar de haber fallecido, Cabral posee un gran reconocimiento por parte del público, quienes mantienen intacto su legado artístico.
