La Organización Meteorológica Mundial advierte que hay un peligroso incremente de la temperatura. La causa es que los niveles de CO2 (dióxido de carbono) han alcanzado el punto máximo por culpa del cambio climático y el fenómeno del niño.
Estos niveles atmosféricos de CO2 son el principal gas de efecto invernadero. Según el boletín anual que publica la Organización Meteorológica Mundial, la concentración de CO2 en la atmosfera ha llegado a las 403,3 partes por millón (ppm) en el año 2016, superando de nuevo las 400 ppm que registraron el año pasado.
El aumento de CO2 puede ser perjudicial para el mundo
Los niveles de CO2 representan el 145% de las concentraciones preindustriales atmosféricas de dióxido de carbono. Con los rápidos incrementos en la concentración atmosférica de CO2 y otros gases de efecto invernadero, tiene el potencial de desarrollar cambios en los sistemas climáticos lo que podría a causar graves desastres ecológicos y económicos.
La Organización Meteorológica Mundial advierte acerca de un aumento peligroso de la temperatura, muy por encima del objetivo fijado el año pasado en contra del calentamiento global. «Las próximas generaciones heredarán un planeta mucho más inhóspito y desierto», ha lamentado Petteri Taalas, secretario general de la entidad.
El CO2 representa el 145% de las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres espera que “el mundo despierte estamos asesinando a nuestro planeta, necesitamos una acción contra el cambio climático ahora”. Aunque las emisiones de dióxido de carbono procedentes de actividades humanas se han estancado en los últimos años, aun así, los niveles atmosféricos no han parado de aumentar.
El motivo es que la relación entre ambos factores no es lineal. Más bien influye en múltiples factores, incluidos fenómenos como el niño. La Organización Meteorológica Mundial señala que el crecimiento de la población, la práctica de agricultura intensiva, el incremento en la deforestación y el uso forestal, la industrialización o la utilización de combustibles fósiles representan la explicación sobre por qué las concentraciones de gases de efecto invernadero han aumentado en la atmósfera desde la era industrial hasta superar todos los máximos históricos.
