Donald Trump y el significado del éxito

Donald Trump fácilmente podría catalogarse como el personaje del mes en los medios digitales durante enero del año 2017. Antes de cumplir un mes y tras jurar como 45° presidente de los Estados Unidos de América, ya se percibe la sensación de que ciertamente, el mundo como lo hemos conocido hasta el día de hoy, no será el mismo por al menos cuatro años. Después de todo, su elección como gobernante de la superpotencia planetaria viene a confirmar aquellas frases coloquiales que hablan de gripes en el país del norte y pulmonías en el resto del planeta.

Este tipo de alusiones a la situación cobran sentido de muchas maneras distintas, especialmente cuando tenemos en cuenta que la personalidad del mandatario es lo más parecido a un puñal de doble filo. Se suele justificar su elección con el hecho que sea un conocido empresario.

Sin embargo: ¿Una fortuna de miles de millones de dólares es garantía de que “Estados Unidos será grande otra vez” o de un mundo mejor?

Lo de un mundo mejor quizá sea un completo subjetivismo. Es claro que las acciones del presidente tienen un marcado enfoque “hacia adentro”; pero no podemos obviar que haga lo que haga, por un buen rato seguirá repercutiendo a nivel planetario. Dejando esto de lado, es válido aclarar que, como se dice popularmente:

“Cada país tiene el gobierno que merece”.

Decimos esto por la siguiente razón. Sin exagerar, Estados Unidos ha obtenido lo que le ha dado al mundo durante décadas: Una cultura empresarial basada en la rapiña del prójimo y amparada en la noción de que dinero es igual a éxito. Y esto lo vemos personalizado en la figura del nuevo presidente una y otra vez.

En cada una de sus apariciones públicas, exhibe una conducta mordaz, prepotente e inmoral. Pareciera incluso que considera que su fortuna es un permiso socialmente aceptado para hacer lo que le venga en gana, así esté en el cargo más alto del planeta. Cabe mencionar que, en teoría al menos, este es un cargo en el cuál los valores, la educación, la moral y el sentido común importan.

El dinero puede comprar muchas cosas, pero no estos atributos que serían deseables en un gobernante, sobre todo en uno tan influyente.

Quienes justifican el estilo del nuevo presidente podrían argumentar que eso no es importante en la dirección de una sociedad. Sin embargo hay aspectos que no se toman en cuenta.

Probablemente, sus habilidades administrativas le ayuden a regir un país, pero no podemos asumir que lo haga correctamente sólo por esto. Hay notorias diferencias en cuanto a la dirección de un negocio. En la conducción de una sociedad, existen imperativos morales que priman sobre todo lo demás y esto es lo que debería orientar el camino de sus políticos, siendo el principal aquella frase del comic de Spiderman:

“Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.

Y esto es precisamente lo que tiene tan preocupada a la población de todo el globo. Con sus actos, Donald Trump transmite que su responsabilidad es únicamente para con quienes estén de acuerdo con él. Cada una de sus acciones en el cargo ha llevado implícito este hecho. Hay que agregar que deliberadamente se le da poca o nula importancia a la resonancia planetaria de sus decisiones.

Y respondiendo a esta visión, resulta preocupante especialmente el hecho que este presidente ha hecho lo que ha estado a su alcance para cumplir todo lo que prometió en la campaña.

Esto podría ser algo admirable de no ser porque va a traer serias consecuencias a la humanidad, aún para los propios estadounidenses.

Quienes a la fecha se siguen preguntando como es que “Make America great again” comulga con atentar contra el ADN de la nación, pues hay que recordar que es de sobra conocido que el Estados Unidos de hoy es un país construido por inmigrantes.

Es cierto que es el tiempo y la historia los que arrojarán un juicio concreto sobre la elección de Donald Trump, pero el hecho que una de las sociedades más avanzadas del planeta eligiera a un personaje de este calibre como gobernante es una señal de alarma. Por ello, en todo el mundo nos preguntamos qué estamos haciendo como sociedad y nos replanteamos el concepto de éxito que hemos asimilado.

Si el patrón de lo que está sucediendo en América del Norte es replicado en el resto del planeta, estaremos dando pasos importantes para nuestra propia destrucción. Es imperativo, hoy más que nunca, hacer nuestra propia definición sobre lo que significa el éxito, tomando como inspiración la mejora de la sociedad, no la división.

Fuentes:

La Vanguardia: Trump, el presidente iletrado.

CNN: Donald Trump está haciendo exactamente lo que dijo que haría.

Clarín: El muro de Donald Trump: quiere ponerle un impuesto de 20% a las importaciones de México.

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Licenciado en Economía por la Universidad de El Salvador graduado en 2015 y redactor de El Target.com Apasionado de la cultura japonesa y las artes marciales, gusta de coleccionar objetos, escuchar música, jugar Videojuegos y ver Anime.

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