Trump presiona a China por Corea del Norte

Por
Julio César Muñoz
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Trump y el presidente de China

En la presente semana, el presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, se reúne con el presidente de China en West Palm Beach, Florida. Esto es en razón de uno de los encuentros más esperados desde que el magnate asumiera el mando de la superpotencia el 20 de enero pasado. Aunque en el sentido formal es una reunión bilateral entre los dos países, ésta sitúa a la era digital en un contexto en el que resucitan viejos fantasmas de la Guerra Fría.

Algo que es cierto es que el comercio y otros temas bilaterales son la agenda principal del encuentro entre Donald Trump y Xi Jingping. Sin embargo, se sabe a modo de secreto a voces que la principal preocupación del presidente norteamericano es una eventual amenaza nuclear por parte de Corea del Norte, pues Pyongyang ha intensificado su actividad de ejercicios nucleares desde que Donald Trump tomó posesión del cargo. Las principales pruebas nucleares del ejército norcoreano han tenido lugar en sus costas del Mar de Japón.

Esto puede interpretarse como una provocación directa a Estados Unidos y sus aliados.

Declaraciones hechas por el presidente y su aparato diplomático en días previos a la reunión confirman el posible escenario del encuentro con el mandatario chino. Donald Trump ha dicho claramente que tiene la intención de abordar el tema de Corea del Norte con su homólogo asiático.

Al mismo tiempo, ha asegurado que en caso de agotar las opciones diplomáticas, la nación del norte resolvería el asunto por su cuenta. “China tiene una gran influencia sobre Corea del Norte, y puede decidir si ayudarnos con Corea del Norte o no. Si lo hacen, será muy bueno para China, y si no lo hacen, no será bueno para ninguno” señaló Donald Trump en una entrevista con el Financial Times.

A estas palabras, la respuesta de Kim Jong-Un no se hizo esperar.

Justamente el pasado miércoles Corea del Norte acaba de realizar nuevas pruebas con misiles balísticos en el Mar de Japón, el referido ejercicio bélico estuvo acompañado de la respuesta del líder norcoreano a las increpaciones de Donald Trump. De acuerdo a sus palabras, Corea del Norte está dispuesta a un despliegue completo de su arsenal en caso de un eventual ataque norteamericano: “Nuestro ejército ya lo declaró: Si hay la más más mínima provocación de Estados Unidos durante los ejercicios, estamos dispuestos a asestar un golpe implacable”.

China juega un papel determinante en cuanto a disuadir a Corea del Norte respecto de su carrera armamentística. En la práctica este país, sucede lo siguiente:

Surte al régimen de Kim Jong-Un de todo lo esencial y constituye su principal aliado político.

En estos últimos términos, se puede intuir que el gobierno chino apadrina al gobierno de Pyongyang porque éste cumple una función de escudo, ya que en el caso de la caída de la dinastía de los Kim, podría consumarse la reunificación de ambas coreas en un régimen democrático y pro-occidental. Esto preocupa a Beijing en el sentido que en este escenario es muy probable que ocurra esta situación:

Estados Unidos podría estacionar tropa en un país con el que China tiene frontera terrestre.

Pese a que la diferencia del poder militar entre Estados Unidos y Corea del Norte es desproporcionada, la escalada de tensiones coloca a la opinión pública mundial en un escenario muy similar a la crisis de los misiles cubanos (1962). En este contexto, el mundo estuvo al borde del holocausto nuclear por temas similares entre la superpotencia y la extinta Unión Soviética.

Cabe destacar que esta situación es parte de un contexto belicista mayor que podría traer consecuencias al planeta entero. Al mismo tiempo que tenían lugar los preparativos para las reuniones de trabajo con el presidente chino, ocurrió lo siguiente:

Donald Trump dio la orden de la orden de atacar Siria con 60 misiles Tomahawk.

Tanto en el caso de Corea del Norte como del país del Medio Oriente, Estados Unidos enfrenta enemigos comunes que recurrentemente acusa de dar cabida al terrorismo. Si bien es cierto que Estado Islámico no está entre los partidarios del régimen de Bashar Al-Assad, el conflicto sirio ha permitido que este grupo fundamentalista se expanda con relativa rapidez sobre su territorio, de modo que por ambos frentes está abierta la posibilidad de una conflagración de gran envergadura.

El encuentro entre Estados Unidos y China en la reunión de esta semana es algo necesario entre dos naciones que hoy por hoy tienen el mundo en sus manos y asimismo, la influencia suficiente para impedir una Tercera Guerra Mundial. Sin embargo, a pesar de los posibles entendimientos entre ambos países, es necesario que el mundo esté preparado para lo peor; puesto que Donald Trump manifestó que sin importar la respuesta de China, actuaría de todas formas.

Trump y el presidente de China

Fuentes:

Tele 13: Trump advierte que EE.UU. «resolverá» el problema nuclear de Corea del Norte «con o sin China».

La Vanguardia: Trump presionará a Xi sobre Corea del Norte y comercio en su primer encuentro.

CNN Español: Trump: EE.UU. actuará unilateralmente sobre Corea del Norte si es necesario.

La Prensa: Corea del Norte responde ante amenazas de Donald Trump. 

El Confidencial: Trump, China y el fantasma de Corea del Norte: el presidente Xi Jinping visita EEUU.

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Julio César Muñoz
Licenciado en Economía por la Universidad de El Salvador graduado en 2015 y redactor de El Target.com Apasionado de la cultura japonesa y las artes marciales, gusta de coleccionar objetos, escuchar música, jugar Videojuegos y ver Anime.

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