De seguro, más de una vez en tu vida, viste durante una película de acción como los valientes protagonistas se tiraban en paracaídas para escapar de un avión a punto de estrellarse. O por lo menos, había una situación parecida. Por lo tanto, el paracaidismo lo relacionas, como muchas personas, a algo contextual: Te tiras del paracaídas porque debes de hacerlo, porque el peligro está cerca.
Sin embargo, el paracaidismo es todo un deporte que muchos atletas practican por pasión.
Sin lugar a dudas es un deporte extremo, pero implica un entrenamiento al igual que cualquier otra disciplina. El coronel Johel Grijalva, presidente de la Federación Salvadoreña de Paracaidismo, FESAPADE, nos cuenta todo sobre este interesante rubro.
La federación nació en el año 1994. “Todo el mundo asocia el paracaidismo con fuerza armada y con militares” relata, “la verdad es que de ahí nace.” El coronel explica que hubo un grupo de oficiales que se habían salido de la Fuerza Armada pero que deseaban seguir practicando en paracaídas.
“Es algo que lo motiva a uno, le gusta y lo apasiona” asegura y detalla que el grupo normalmente hace los saltos del paracaidismo el día sábado. Cuando el grupo comenzó con el deporte como hobby, se comenzó a investigar como formar a nivel oficial la federación civil.
“Se abocaron al INDES de ese tiempo y empezaron a ver qué necesitamos” relata el coronel “Toda federación debe estar afiliada a 3 instituciones internacionales, traer estatutos, la aceptación por el Comité Olímpico y 3 instituciones internacionales.” El presidente explica lo siguiente: el paracaidismo no es considerado un deporte olímpico, pero hay exhibiciones del rubro en las olimpiadas. Estas no son a nivel competitivo.
La Federación fue aprobada y quedó de la siguiente forma: Federación Salvadoreña de Paracaidismo y Aerodeportes.
En otras palabras, aquí se abarcan todos los deportes aéreos como vuelos delta, parapente con motor, parapente sin motor, aeromodelismo, pero es el paracaidismo el más conocido.
“En el 2002,” describe el coronel, “se hizo un campeonato latinoamericano de paracaidismo y en una de las modalidades sacamos el tercer lugar latinoamericano.” Detalla, “A estos 4 paracaidistas que sacaron ese tercer lugar panamericano les dieron el Águila Dorada.” En el año 2007, se volvió a participar en Brasil y se sacó el tercer lugar.
El paracaidismo no es como otros deportes y no se puede masificar.
Debido a las características, para practicar paracaidismo, una persona debe tener por lo menos 18 años. “Es porque se requiere madurez mental,” comenta el presidente de la federación, “hay una excepción hasta los 16 años. Sí se puede, pero con la experiencia, el instructor y todo tiene que analizar a la persona. Si lo ven que si puede, sí pero todavía de 15 años no está consciente que es una vida, que es su vida la que está en juego.”
El coronel aclara que sí hay casos en los que el menor de edad tiene la capacidad de practicar el deporte pero se sacan los debidos permisos de los padres y se toman las precauciones. Él cuenta el caso de su hijo, quién a los 17 años mostró el talento para el paracaidismo. Y no puede pesar el individuo, mayor o menor, más de 250 lb. “El paracaidista entre más peso tiene,” explica el coronel, “más rápido baja; ahí ya únicamente la experiencia lo puede hacer frenar.” Esto se hace más que todo para evitar fracturas en los principiantes.
“Hay 3 momentos serios en el paracaidismo:” especifica el presidente de la federación, “La salida del avión es uno, la apertura del paracaídas y el aterrizaje. Entonces entre más peso tiene, el aterrizaje es más fuerte, pero con la experiencia lo frena a una cierta altura y ya no hay problema, pero si no tiene experiencia entonces un alumno se puede fracturar rápido.”
Otros requisitos importantes es no tener problemas con la nariz o con el corazón.
Y por supuesto, que exista un amor por la adrenalina.
De momento, la federación no ha obtenido el apoyo financiero que merece. Algo que la gente ignora es el costo de los paracaídas. Cada uno cuesta entre 6 y 7 mil dólares. INDES únicamente les ayuda con la propaganda pero no hay un apoyo más formalizado y concreto en cuestión. También para saltar en paracaídas, se requiere de una vestimenta específica: Un overol completo, especifica el coronel.
El coronel comenta que en los años que ha practicado el deporte, ha hecho muchas amistades. El amor por el paracaidismo une a los atletas, quienes se hacen llamar “la hermandad de la seda”, ya que los paracaídas son de seda.
Saltar en paracaídas se asemeja a la sensación de volar.
El presidente de la federación de ese gran deporte asegura que la experiencia hace que sea de más gozo el salto porque uno domina más el movimiento y hasta puede jugar. “Las primeras veces le va a gustar, pero ya sentirlo, hay que probarlo y hay que vivirlo.”
Si eres de las personas que ama la adrenaline y quieres vivir una experiencia inolvidable saltando en paracaídas, no dudes en acercarte a la Federación. Te invitamos a seguirlos en su página de Facebook.
