¿Por qué los ateos merecen vacaciones en Semana Santa?

Atheism-
Por: Orlando Quinteros, abogado

Hace falta mucho más que un artículo para tratar de dar una respuesta a la pregunta del título, pero hay que empezar por algo.

La sola pregunta en realidad encierra un ego inmenso, pues el que dice «merecer» las vacaciones basándose en el catolicismo, se sitúa a sí mismo en una posición de superioridad ante quienes tienen otra creencia o simplemente no la tienen, como es el caso de los Ateos.

No hay maldad en esa declaración

El Ateísmo no es una filosofía; no es un modo de vida o normas de convivencia; es simplemente decir que no existen las pruebas suficientemente claras y contundentes acerca de la existencia del personaje conocido como dios. No hay maldad en esa declaración; no hay nada escondido; no hay nada particular en la conducta de un ateo que lo diferencie de un cristiano; ni vestimentas; ni estilos musicales. No hay nada que indique que decir ser ateo es sinónimo de maldad, como erróneamente, los cristianos en la posición de superioridad que se han autoasignado, afirman.

¿Se ha puesto a pensar? que en una sociedad como la nuestra, que afirma ser mayoritariamente creyente, cuántos de los accidentes de tránsito, los asesinatos las violaciones, los robos de todo tipo, el sexo pre-matrimonial, las infidelidades, el alcoholismo, la drogadicción, la corrupción a raudales en la política, el maltrato infantil, padres y madres irresponsables, entre otras conductas, son llevadas a cabo por creyentes y cuántas por ateos.

¿Hay alguna estadística de esto?

No, pues es absolutamente irrelevante si alguien que hace estas u otras cosas, cree o no en dios, basta decir, que las autoridades en El Salvador, no incluyen al juzgar a alguien, suavizar o endurar una sentencia en base a la creencia de las personas juzgadas.

Veamos la otra parte, cuántos padres responsables, cuantos respetuosos de las leyes, cuántos trabajadores, vendedores informales, respetan las señales de tránsito y a los transeúntes, los que conducen sin estar bajo los efectos de alcohol o drogas, empresarios honestos, los que nunca han disparado un arma contra otro, cuántos artistas y muchos otros más, son ateos o cristianos. Irrelevante.

Con esta comparación de conductas, «buenas y malas», trato de explicar, que, entre el ateo y el cristiano, no hay diferencia real ante la sociedad y sus normas. Todo se limita a un juicio personal e incompleto, que dice que el ateísmo es maldad y el cristianismo bondad, lo cual, para ambas cosas, es un error.

Este periodo vacacional no es un premio para el que cree

No es un reconocimiento al que dice −sólo en semana santa− ser devoto, creyente y que por eso las «merezca». El ateo y el cristiano trabajan por igual y pueden ser personas respetuosas y llenas de valores positivos. Por tanto, las vacaciones son para todos, eso sí, tomando en cuenta el rubro en el que trabajan, pues la empresa privada trabaja con normalidad y da uno o dos días libres a sus empleados, creyentes o no. Otros rubros como los Call Center, restaurantes o supermercados, ni un solo día, en comparación al rubro gubernamental que descansa de 9 a 10 días. Aquí queda demostrado que no importa creer o no, sino, en qué se trabaje para poder disfrutar unos días libres, tan necesarios y tan merecidos para todos. Las vacaciones ya no dependen tanto de lo que se crea, sino el rubro en el que se trabaje, ¿No había pensado en eso?

Los comerciantes en las diferentes playas, llenas de turistas creyentes y ateos, no preguntarán al cliente que se les acerca a comprar un coctel y una cerveza, en qué cree, o si merece estar de vacaciones. Los comerciantes ven un aumento en sus ventas, pues el dinero que llegará a sus bolsas no tendrá importancia si es pagado por un ateo o un cristiano. Tampoco es obligación ir de paseo, por ende, el periodo vacacional es un tiempo para descansar de extensas jornadas de trabajo, al igual que participar libremente, o no, de las diferentes actividades que la iglesia hace por tradición, a las que el creyente puede asistir sin problemas, sin tener que emitir ningún juicio de valor acerca de sus prójimos que no comparten sus creencias, ni sentirse especial o bueno.

Merecemos vacaciones

Por lo tanto, disfrute sus vacaciones si tiene la suerte de tenerlas dependiendo donde trabaje, respete a todos por igual, no se crea más o menos que otros; no tome bebidas alcohólicas mientras maneja; descanse; cuide a su familia y principalmente deje los prejuicios a un lado. Estas y muchas otras recomendaciones son hechas para todos, Cristianos, Musulmanes, Budistas, Hinduistas, Judíos, Ateos, o lo que sea. El periodo es breve, y pronto regresaremos todos a la rutina que la sociedad de consumo nos ha impuesto, lejos de creencias en algún dios o como quiera llamarlo.

Los prejuicios de una parte de la sociedad, impiden que muchos ateos digan que lo son, no tratamos de convertir a nadie en ateo, somos personas que simplemente respetamos y pedimos respeto, y, como trabajadores que somos, claro que merecemos las vacaciones.

Rechazo las burlas del ateo que se cree más inteligente, así como rechazo las amenazas del infierno del cristiano, nada de eso hace falta en una sociedad tan polarizada como la nuestra, no sumemos nada más a esa separación, y como dijo alguien por ahí ¡Vive y deja vivir! Recuerda que la vida es corta.

¡Felices vacaciones El Salvador!