Recesión anticipada en la industria del turismo

Turismo en USA

Por décadas, los Estados Unidos de América han sido uno de los destinos turísticos más atractivos del planeta, tanto en cuestión de negocios como por placer. Aunque la nación del norte retiene tal status en el momento presente, es necesario decir que el camino que llevamos recorrido en el Siglo XXI no ha sentado bien a la industria del turismo y viajes de la superpotencia.

Como es de todos conocido, tras el 11 de septiembre del año 2001 se recrudecieron las restricciones migratorias y de seguridad en aeropuertos de este país. Tal reforzamiento de los procedimientos tenía como objetivo reducir la probabilidad de otros atentados terroristas y en la medida de lo posible, prevenirlos.

Sin embargo, esta nueva situación trajo consecuencias económicas importantes.

La industria norteamericana del turismo y viajes suele referirse a este período como una “Década perdida”. A raíz de los atentados y las consecuentes y más estrictas medidas de seguridad, se registró una caída sostenida en la recepción de turistas por alrededor de una década. En orden de revitalizar la industria, se tomaron una diversidad de políticas enfocadas a esto. Una de las más notables fue la creación de Brand USA (Marca país de los Estados Unidos) en el año 2011.

Las iniciativas funcionaron razonablemente bien y hasta hace poco se tenía un crecimiento sostenido del turismo. De 41.2 millones de visitantes en el año 2003 se pasó a 77.4 millones de viajeros en el año 2015, aunque existe la proyección de que esta cifra sea de 94.1 millones para el año 2021. Las cosas podrían no pintar tan bien en el futuro.

En la actualidad, esta industria se prepara para enfrentar una segunda década perdida.

Desde la victoria del magnate hotelero Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre pasado, se ha dejado notar una reducción en el número de visitantes y de ventas de boletos aéreos para este país. Ésta se ha acentuado después de las últimas órdenes ejecutivas del presidente que van encaminadas a la restricción de viajeros de los países musulmanes.

Entre algunas de las medidas asociadas a la última orden ejecutiva de este tipo, está una restricción del uso de gadgets y dispositivos inteligentes en los aviones procedentes de dichos países e inspecciones exhaustivas a los aplicantes de visas. Éstas incluyen la revisión de los perfiles en redes sociales de los interesados. Tales medidas desincentivan el turismo hacia este país y tras cada orden ejecutiva, la afluencia de turistas ha decaído un 4% y 6.5% respectivamente.

Si bien se puede estimar que son cifras pequeñas, el gran tamaño del sector en los Estados Unidos permite intuir la magnitud de las pérdidas y la afectación en la economía de la nación. Esta industria tiene un valor acumulado de US$250 billones y de acuerdo con Michael Dow, presidente de U.S. Travel Association, una reducción del 5% de visitantes representa entre US$12 y US$15 billones y alrededor de medio millón de empleos menos. En razón de esto, estados como Hawaii se han resistido con vehemencia a la última orden ejecutiva.

El turismo es su principal fuente de ingresos.

Ante esta situación, este sector de la economía estadounidense tiene ante sí desafíos importantes en orden de promover al país como un destino ideal para el turismo suntuario y de negocios. Entre los ejecutivos de ésta y el ciudadano promedio, predomina la idea que el país está cerrado al terror y la violencia, pero que el mundo sigue siendo bienvenido.

Turismo en USA

Fuentes:

La Opinión: Medidas migratorias de Trump golpean industria turística de EEUU.

The Hill: US travel industry fears Trump slump.

Milenio: Trump pone de rodillas a la industria turística de EU.

Bloomberg: U.S. Travel Industry Fears a ‘Lost Decade’ Under Trump.