La inmigración ilegal será siempre un tema polémico mientas Donald Trump se encuentre al mando de la nación más poderosa del planeta. Esto es puesto que muchas de las propuestas con las que ganó la presidencia se enfocaban en este tema y sus problemas derivados. Medios digitales de todo el mundo pusieron de manifiesto los últimos días que la aplicación de la propuesta migratoria de la presidencia Trump no será un camino llano ni libre de baches.
En este contexto ha trascendido lo siguiente:
Una NUEVA orden ejecutiva del presidente ha sido bloqueada por los máximos tribunales de la nación del norte.
En concreto, se trataba del decreto que recortaba fondos del presupuesto federal a las llamadas ciudades santuario en tanto continuaran cumpliendo estas funciones.
Estas ciudades, entre las que se encuentran Chicago, New York, Los Ángeles y San Francisco, reciben este calificativo porque en su jurisdicción se ignoran todo tipo de medidas migratorias que implican detenciones y deportaciones de inmigrantes ilegales. Desde su establecimiento, Donald Trump ha arremetido frecuentemente contra su condición de refugio para inmigrantes, ya en la presidencia se ha propuesto ejecutar acciones legales a fin de que las mismas dejen de proteger a los indocumentados.
El juez federal de San Francisco, William Orrick III, determinó que la orden ejecutiva no procede en razón de cierto hecho:
El presidente está cometiendo un flagrante abuso de poder al emitir estos decretos.
Además, se ampara en la autonomía de cada ciudad para justificar su sentencia: «Los fondos federales no pueden estar bajo amenaza por el mero hecho de que una jurisdicción elija una estrategia de control de la inmigración que el presidente desaprueba», acota el juez en su veredicto al respecto.
Donald Trump y su gabinete no se han quedado de brazos cruzados ante la resolución del juez Orrick y han dicho en más de una ocasión que se apelará el referido fallo por considerarse que las ciudades santuario constituyen una amenaza para los ciudadanos de los Estados Unidos. Según el presidente y sus funcionarios, en estos territorios se anteponen el bienestar del migrante al del ciudadano honrado y a su vez han manifestado que la protección de los indocumentados ha redundado en mayores tasas de criminalidad y violencia urbana.
Ante esto, el presidente ha calificado el fallo como una completa ridiculez, lo cual fue dado a conocer, como es su costumbre, en su cuenta de Twitter. En dicho mensaje deja entrever además que este es el inicio de una larga batalla legal al respecto: «Primero el noveno circuito falla en contra del veto y ahora lo hace de nuevo con las ciudades santuario, dos fallos ridículos. ¡Nos vemos en la Corte Suprema!».
Entretanto, el gobierno estadounidense ha manifestado con acciones concretas que no dará ni un paso atrás en sus políticas en contra de la inmigración ilegal. En el caso particular de las ciudades Santuario, el fiscal general Jeff Sessions había exigido a distintas ciudades con este status que a más tardar el 30 de junio entregaran evidencia de su apoyo a las propuestas migratorias del presidente.
En caso de no cumplir con lo exigido por el fiscal, se aplicaría la referida orden ejecutiva.
Con esta situación, el presidente Trump ha demostrado que la guerra contra la inmigración ilegal en los Estados Unidos apenas inicia. En tal sentido, no puede tomarse a la ligera la posición de la administración republicana. En ese mismo enfoque, es claro que este estira y encoge pondrá a prueba la solidez del sistema judicial estadounidense, así como de los valores en los que están fundadas las instituciones de esta nación.
Fuentes:
El País: Donald Trump ataca al juez federal que bloqueó su decreto contra las ‘ciudades santuario’
