Ejecutivos de TEPCO a juicio por desastre de Fukushima

Ejecutivos de TEPCO a juicio por desastre de Fukushima

Aún en la era digital, la energía nuclear sigue siendo un método muy cuestionado de producción de electricidad debido a sus muy conocidos peligros. En el año 2011 la ciudad japonesa de Fukushima se convirtió en un muy fuerte recordatorio que la misma sigue siendo un riesgo importante para el medio ambiente a pesar de los avances tecnológicos y de seguridad. El 11 de marzo de ese año, un potente tsunami embistió la planta generadora Fukushima Daiichi, ubicada en la referida ciudad, provocando así el mayor accidente nuclear que se conozca desde la tragedia de Chernobyl en los años 80s.

Tras este suceso, la vida diaria de muchas personas en zonas aledañas a la central no volvió a ser la misma debido a la contaminación radioactiva. Más de 80 mil personas fueron forzadas a evacuar y hasta la fecha, cerca de otros 19 mil están desaparecidos o fallecieron. Pese a las causas naturales del accidente nuclear, la culpabilidad del mismo recae en la empresa administradora de la central Fukushima Daiichi, Tokyo Electric Power Company Inc. (TEPCO). A 6 años del desastre, la empresa no ha incurrido en responsabilidad alguna por el accidente nuclear. Sin embargo, esta es una situación que recientemente ha dado un giro de 180°.

Tres de los máximos ejecutivos de TEPCO han sido llevados ante la justicia acusados de negligencia profesional.

Tsunehisa Katsumata, Sakae Muto e Ichirou Takekuro, presidente del consejo de administración y vicepresidentes de TEPCO, respectivamente, fueron citados el pasado 30 de junio a la corte de distrito de Tokyo para la primera audiencia del juicio que se lleva a cabo en su contra por acusaciones asociadas al accidente nuclear de Fukushima. En concreto, a los aludidos ejecutivos se les imputa negligencia en cuanto a los procesos de seguridad y evacuación de la zona del desastre; misma que derivó en el fallecimiento de 40 pacientes del hospital de Futaba, un pueblo cercano a la planta, durante la evacuación de la zona. En el mismo contexto, resultaron heridas 13 personas.

En el año 2008, la empresa condujo una investigación técnica que incluyó una simulación de tsunami para esta planta en concreto. Los resultados del estudio concluyeron que un fenómeno de las mismas características que el registrado en marzo del año 2011 causaría serios daños a los reactores nucleares, por lo que se sugería la construcción de una barrera en la línea de costa cercana a Fukushima Daiichi. El conocimiento de este informe por parte de la alta dirección de TEPCO es la base de la acusación en contra de Katsumata y sus 2 subalternos inmediatos.

Los altos ejecutivos se declararon inocentes durante la primera audiencia, alegando desconocer del estudio.

En esta primera audiencia se dio algo que era previsible para la etapa inicial del juicio, pues Kastumata, Muto y Takekuro se declararon inocentes de todo cargo respecto del desastre nuclear. Del mismo modo, pidieron una disculpa a los pobladores de la zona afectada, pues adujeron que el tsunami y sus efectos eran imprevisibles, un argumento muy cuestionable luego de conocerse la existencia del estudio de seguridad para la planta. A esto agregaron que nunca recibieron información derivada de la investigación que les permitiese tomar acciones efectivas. Concretamente se dijo que el informe quedó archivado en la división de energía nuclear y jamás pasó a la máxima dirigencia.

“Mis disculpas por causar este serio accidente, fue imposible de predecir” –Tsunehisa Katsumata-

El juicio por el desastre de Fukushima Daiichi marca un hito en la justicia ambiental, pues es la primera vez que se lleva a los tribunales a los responsables de una empresa acusada de daños ambientales de proporciones insospechadas. Si bien pasará mucho tiempo antes de que la región de Fukushima recupere la normalidad de su vida diaria, se espera que los afectados reciban una cuantiosa y oportuna compensación debido a este accidente nuclear.