Banca y tecnología: El antes y después de una revolución

Banca y tecnología: El antes y después de una revolución
Antony Jenkins, antiguo Director Ejecutivo de Barclays PLC, habla sobre la realidad de la banca.

En los últimos años, hemos sido testigos de cómo la tecnología está cambiando todo y la banca no parece ser una excepción a esta regla. Avances como las criptomonedas y el uso cada vez más recurrente de aplicaciones y desarrollos enfocados a las finanzas están acelerando esta tendencia, que de acuerdo a expertos en la materia, era previsible para el contexto de la próxima década.

Antony Jenkins, antiguo Director Ejecutivo de Barclays PLC, ha afirmado en diversas entrevistas que en este momento la banca se encuentra en una etapa que dependiendo como se aborde, representará un punto de inflexión. Esto será en cuanto al modo de hacer las cosas en el ámbito financiero. Como no podía ser de otra manera, es precisamente la tecnología y su progresiva evolución lo que actúa como piedra angular del proceso.

Para la descripción se compara a los bancos con Uber, Kodak e incluso Blockbuster.

Jenkins advierte durante cada ponencia que el advenimiento tecnológico que se ha dado en el sector financiero en la última década se está desarrollando mucho más rápido que lo que se haya anticipado en un principio. Por lo tanto, se abre la puerta a una posible descripción del futuro contexto bancario y financiero. Es por ello que se puede delimitar el proceso en 2 etapas muy visibles y de características muy marcadas.

El ex directivo del tercer banco más importante del Reino Unido define la primera etapa de la modernización tecnológica como el “Momento Uber”.Al igual que la reconocida empresa de transporte de alquiler, la banca empezó a modernizarse mediante el uso progresivo de apps móviles que facilitaban a los usuarios diversas diligencias comunes a una sucursal bancaria, tales como retiros, depósitos, transferencias, pagos de tarjeta de crédito, entre otros.

Un segundo componente de la etapa “Uber” del sector financiero internacional lo han dado las criptomonedas, es decir bitcoin y las demás que componen la oferta de divisas virtuales. Debido a la carencia de intermediarios financieros para este tipo de operaciones, no existe intervención bancaria, por lo que su uso creciente reduce la actividad en la banca y favorece el surgimiento de un nuevo sector, el de las Fintech o firmas de tecnología financiera.

La aparición de este nuevo tipo de agente ha proveído al contexto de las criptomonedas un matiz un tanto más formal y una relativa adaptación al medio financiero tradicional. De igual manera, las Fintech están demostrando ser muchísimo más rentables que la banca a la que estamos acostumbrados. De acuerdo con Antony Jenkins, esta manera de operar ha representado una eficiencia que ha permitido recortar costos por un estimado de entre US$80 a US$110 billones.

Y a partir de esto surge la comparación de la banca tradicional con Kodak y Blockbuster.

Jenkins alude al famoso slogan del Momento Kodak para ilustrar el posible futuro de los bancos en la medida que se robustezca la tendencia hacia la tecnología. Vaticina que en un futuro cercano las sucursales bancarias serán tan comunes como una tienda del rentavideos Blockbuster o una cámara del conocido fabricante de equipos fotográficos.

Con ello quiere decir que la banca como tal no va a desaparecer, pero si habrá un notable decrecimiento de la cantidad de sucursales bancarias. En un primer momento, se afirmó que los bancos reducirían a la mitad su personal de sucursales durante el decenio siguiente, pero la realidad está demostrando ser más dinámica de lo que se haya podido predecir.

Precisamente es en Gran Bretaña que se dan los nuevos brotes de la posible futura banca digital, pues algunos de los bancos más importantes han anunciado que se pretende cerrar sucursales masivamente.  El tráfico de operaciones presenciales se reduce un 15% cada año. Cabe destacar que esto no va en desmedro de la operación, pues únicamente se prescinde de los locales físicos y sus actividades pasan a un contexto digital.

Es aquí donde se hace más visible la comparación con Blockbuster, pues la desaparición de esta marca es prácticamente un hecho mundial desde hace poco menos de una década. No obstante, el símil empleado por Jenkins para describir este contexto podría trascender la esfera de la operación física, pues ese hipotético futuro se resume a la siguiente frase:

“Un mundo donde los bancos realmente ya no existen”

La anterior afirmación tiene una doble lectura, pues se refiere tanto al presente como al posible futuro. En la situación actual, cada vez son menos los bancos que operan mediante sucursales físicas y su presencia en la cotidianeidad se reduce al momento que recurrimos a sus servicios, lo cual es cada vez más frecuente mediante aplicaciones o el sitio web de la institución.

Sin embargo, vale aclarar también que con ello también se alude a lo que podría pasar si la banca no se adapta a las nuevas condiciones y entonces compartiría destino con Kodak y Blockbuster. En tal sentido, el vacío dejado por la banca tradicional sería llenado por las Fintech.

En razón del análisis realizado por Antony Jenkins, es claro que una nueva era para las finanzas es algo inminente. Sin embargo, la supervivencia de los bancos tal como los conocemos  y su posible adaptación va a depender de la comprensión que tengan de una nueva realidad y contexto cuya composición se transforma a velocidades insospechadas.