Desde hace algunos meses WhatsApp, la conocida app de mensajería, venía presentando problemas de funcionamiento en distintos lugares del territorio chino. Esto hacía sospechar que el fantasma de la censura estaba nuevamente sobre Facebook y sus distintas plataformas alternas en este país. Un par de meses más tarde, todo parece indicar que todas las especulaciones al respecto eran reales.
WhatsApp era, hasta hace muy poco, la única plataforma completamente funcional que tenía Facebook en este país del lejano oriente. Desde el banneo definitivo de la red social en el año 2009, una tras otra de las demás plataformas y redes de la empresa han sido inhibidas de funcionar en China, siendo WhatsApp la única que se había mantenido funcional hasta el día de hoy.
La razón de esto es una vez más la censura.
Symbolic Software, una consultora de seguridad informática con sede en Francia, ha sido una de las primeras en dar la voz de alerta acerca del forzado apagón de WhatsApp en el Celeste Imperio. De acuerdo con expertos de esta firma, el gobierno chino ha aumentado el alcance y cobertura de su aparato de censura en Internet, que se vale de un potente firewall para impedir el acceso de la población a diversos sitios web que el gobierno considera inadecuados.
WhatsApp utiliza un protocolo llamado NoiseSocket, el cual encripta nuestras conversaciones y contenidos mientras se transmiten a nuestro interlocutor. Por ello, se garantiza la privacidad de todos y cada uno de los chats y el contenido multimedia que les acompañe. Cada una de las aplicaciones y sitios web autorizados en China están permanentemente vigilados por el Estado. En algunos casos, los mismos sitios web ceden al gobierno esta información de manera voluntaria, por lo que la posible razón del bloqueo de WhatsApp podría ser la siguiente:
La imposibilidad de intervenir o descifrar NoiseSocket.
Debido a la efectividad del referido protocolo, el gobierno chino decidió optar por la vía contraria y actualizar sus cortafuegos para impedir la funcionalidad de WhatsApp en todo el país. Esto afecta desde los mensajes de texto como videos y fotografías que se comparten en cada conversación.
Esta situación deja muy en claro que la censura es una realidad muy patente en el actual contexto digital. Resulta paradójico en el caso chino, ya que actualmente muchas de las empresas emergentes de tecnología con mayor potencial tienen su sede en este país asiático.
