Vivir solo/a es sinónimo de independencia, de adultez, de responsabilidad y de libertad, sin embargo, dar este paso no es tan fácil. Desde mi experiencia de mujer viviendo sola desde los 19 años puedo dar fe que la soledad tiene muchas ventajas, pero también muchas responsabilidades que cumplir que pueden hacer tu vida más engorrosa, te comparto algunas de ellas:
Pagos: los pagos de servicios son una cruz si no eres un buen administrador/a, los recibos de agua, luz, o teléfono son una constante que no puedes evadir. Si olvidas cancelar tus cuentas pendientes pueden pasar muchas cosas incómodas, desde que te corten el suministro, hasta que te cobren de manera muy vergonzosa e insistente. Debes ser una persona muy organizada para que no te pasen estas cosas, sin embargo, viviendo solo/a es más difícil, siempre se escapa algún detalle.
Impuntualidad: cuando vives solo/a en una casa o apartamento, debes estar pendiente de miles de cosas, no hay una mamá o hermanos que te alimenten o te recuerden ciertas tareas por cumplir, eres tú contra el mundo. En mi caso personal, se me hace muy difícil ser puntual, siempre hay algo que se me escapa a la hora de salir y ese pequeño detalle me retrasa, haciéndome quedar mal con la persona que me espera.
Cocinar: cocinar para ti mismo/a es vital para sobrevivir, si no lo haces te verás obligado/a a comprar comida preparada y gastarás más de tu presupuesto. Muchas veces llegas muy cansado/a a casa y lo que menos quieres es tener que enfrentarte a comida cruda o congelada, pero debes hacerlo. Personalmente, prefiero cocinar para complacer a amigos o visitas que tener que cocinar para mi sola, incluso, el hambre se me va. Pero, qué me queda.
Enfermedades: al vivir solo/a debes enfrentarte a los avatares de las emergencias médicas, no hay una mamita o tías que te auxilien cuando tienes una infección estomacal, por ejemplo, eres tú y tu diarrea. Algo que me ha ayudado mucho es usar el servicio a domicilio de las farmacias y por supuesto, la infusión de orégano para aliviar el dolor de estómago luego de haber sacado todo lo malo del cuerpo. Yo te recomiendo contratar un seguro médico o asistencia ante cualquier emergencia.
Cansancio: al vivir solo/a debes ocuparte de todo, y cuando digo todo es todo: pagos de servicios, limpieza, mantenimiento de goteras o fugas, lavado de la ropa, lavado de los trastos, apagado de luces y válvulas y además estudios o trabajo. Terminarás exhausto/a, eso puedo asegurarlo.
Soledad: la soledad es relativa, estar solo/a puede ser muy interesante, te permite reflexionar más sobre ti mismo/a y además estar en paz y tranquilidad, sin embargo, llega un momento en el que se te olvida cómo socializar y eso no es bueno. Personalmente, tengo el apoyo de mi pareja quien viene a visitarme con frecuencia, sin embargo, he caído en muchas depresiones al saber que no puedo contar con una mamá o papá que me auxilien o que me cuenten cómo estuvo su día.
Ya sabes, mudarte y vivir solo/a puede ser muy interesante porque te brinda más libertad de hacer lo que quieras en un espacio que es tuyo, pero no olvides que también tiene sus desventajas. Nada es imposible, la disciplina es muy importante para zanjar esos inconvenientes propios de la vida adulta, eso sí esta vez en soledad.