Por: Rodrigo Barba, documentalista.
Déjenme contarles algo: en las calles, de manera consecuente, cada dos o tres días, se están dando manifestaciones, marchas y vigilias en su nombre, magistrado Escalante. Y no en un buen sentido, los insultos llueven y la frustración de la población y de los grupos feministas que más se han sensibilizado con la causa no tardan en hacerse notar con muestras fuertes de indignación. La mañana del lunes 11 salió una comitiva desde la UES hacia la Asamblea Legislativa donde ningún diputado (ni suplente) se atrevió a dar la cara. Luego, la comitiva que no pasaban de las ciento sesenta personas se desplazó hacia los portones de la Corte Suprema de Justicia, encontrando la misma suerte, la misma indiferencia de las autoridades que no tienen las agallas de salir a explicarle a la población y a los medios de difusión masiva el porqué de algunas decisiones y procedimientos. La comitiva de la que les hablo, magistrado & compañía, estaba conformada, sobre todo, por estudiantes universitarias enardecidas y furiosas, quejándose de la impunidad y de la corrupción y de las prácticas machistas que imperan en el aparato burocrático del Estado y en la cultura de este país. Por favor, se les pide que #DenLaCara y que junto a la población lleguemos a una resolución favorable para la cultura y la moral de esta sociedad que está despertando.
Es cierto, hace falta más y mejor organización, lo que implica involucrar a otros sectores y tener una base jurídica para espadear contra el sistema judicial, sin embargo, se están dando los primeros pasos en la construcción de una trinchera donde la juventud #SíDaLaCara ante la injusticia.
¡Se acabó el juego!