El respetado artista, diseñador, director artístico y multifacético Rossemberg Rivas nos presenta un término nuevo: “Naniedad” para compartir su filosofía de vida: “El ser Nadie para lograr ser Todo.”

 

El director artístico, Rossemberg Rivas, representa una generación de estética en la sociedad salvadoreña. Desde que tenía 7 años, entró en las profundidades del mar de varias expresiones artísticas, como la pintura, el teatro, la escultura, la danza, la fotografía y la música. “Siempre fui un enamorado de la música” asegura. Este amor por el arte sonoro también fue fomentado por su familia, ya que creció en un ambiente festivo, rodeado de música como la de Felipe PirelaLa Billo’s Caracas Boys.

Cuando llegó a estudiar la carrera de Diseño Gráfico en la Universidad Dr. Matías Delgado, Rossemberg ya venía enriquecido con toda esta amalgama de inspiración artística y torrentes creativos. Y el camino académico fue una herramienta que lo ayudó  a administrar este potencial que ya traía consigo. “Fui un pez en el agua,” comenta con orgullo, “Disfruté mi carrera.”

Para muchos, la creatividad es percibida como un sinónimo de locura. Sin embargo, para Rossemberg, esta palabra obtiene un significado distinto: “La creatividad es una connotación de espíritu” explica, “que va más allá del común denominador en el que armamos nuevos lenguajes.”

“Mi trabajo es muy espiritual,” asegura el director artístico.

Rossemberg encuentra esta espiritualidad inmersa en música New Age o música de temática druída, como las canciones míticas de Enya, de Loreena McKennit y las piezas folklóricas de influencia céltica del grupo irlandés Clannad. También enriquece su lado artístico con música clásica, la cuál siempre ha estado presente en su vida, como el lado heroico en las composiciones de Shostakovitch, de Bach y las creaciones del compositor italiano Giacomo Puccini, como la música de la Opera “Madame Butterfly”.

La música es una fuente de inspiración para Rossemberg.

Fortalece su potencial creativo.

Él comenta que la creatividad es un proceso purificador para el espíritu. Sin embargo, asegura que esto se pierde si el método tiene características transgresoras o sí busca satisfacer únicamente el ego personal a costa de terceros.

Por eso, Rossemberg desea alejarse del esnobismo que conforma un fragmento inevitable dentro del mundo de la moda en el cuál se mueve en parte su obra artística. Él no quiere enfocarse en el comportamiento comercial  o mercadológico del diseño de moda. En cambio, él quiere abrazar el lado coherente de su trabajo, donde las raíces están asentadas en lo espiritual. “La moda es una industria.” puntualiza el director artístico, diferenciando un concepto del otro “La belleza nos circunda.”.

Y es en la belleza donde Rossemberg Rivas se enfoca.

Se enfoca en la intelectualidad profunda que es parte de la creación estética. Y asegura que la música siempre lo ha acompañado en el camino que eligió. “No puedo vivir sin música” comenta y detalla que conoce todo tipo de música: Desde el moderno Reggeaton hasta las obras más complejas dentro de música clásica, como las mencionadas con anterioridad.

“Tú no naces erudito en la música,” opina, “y para llegar a lo más exquisito tienes que pasar por diferentes niveles musicales que te asegurarán tu buen gusto musical.” Y es lo mismo para toda corriente artística. “Si no pasas por el reggaetón, no puedes llegar a Shostakovitch” ejemplifica.

Esa misma filosofía la aplica al lado estético de las tendencias de vestuario.

Rossemberg explica que una cosa es la moda retail que persigue un fin comercial, como la marca Gap o la tienda española Zara. Otra cosa es la obra artística de Alexander McQueen. Rossemberg comenta que el prestigioso diseñador McQueen “Empezó la nueva era de artistas que ponían su arte en una vertiente llamada Industria de moda.”

Y al igual que en la música, en la moda se debe poder conocer una marca comercial por el propósito social y práctico que cumple para poder llegar a apreciar el esplendor que ofrece la moda Avant Garde o de alta costura. Rossemberg explica que un producto que pueda ser considerado una joya artística responde a propósitos más elevados. Una obra conlleva la gracia especial de cada artista y se complementa con la responsabilidad creativa.

Pero, ¿Qué es la responsabilidad creativa?

 

“Ser diferente tiene muchas más responsabilidades que ser convencional” explica Rossemberg. Habla a detalle sobre lo que significa un estilo de vida basado en la libertad. La responsabilidad es parte esencial de la creatividad, particularmente en una sociedad tradicional como lo es la salvadoreña, donde los estereotipos negativos respecto a conceptos artísticos son parte del aire que se respira.

“Vivimos en un país en donde las necesidades no son la moda.” Comenta, “Las necesidades son: La comida o la educación básica.” En cambio, él quiere motivar a las personas a no dejarse aprisionar por las circunstancias de la realidad inmediata y ver más allá. “La primera prioridad en nuestras vidas debe ser la belleza”.

Es en esta prioridad que se une el aspecto purificador de la creatividad.

Rossemberg reflexiona respecto a la historia de El Salvador ya que tenía 9 años cuando se firmaron los primeros acuerdos de paz. “Lo que era importante era sanar psicológicamente los corazones y las mentes.” Expresa y entonces cita la famosa frase del novelista ruso Fiódor Dostoievsky:

“La belleza salvará al mundo”.

En otras palabras, fomentar en el pueblo salvadoreño la apreciación por las distintas vertientes estéticas y artísticas; la valoración y el amor por ellas, eso equivale a una salvación psicológica. “Yo me puse a trabajar sobre eso” relata Rossemberg:“A provocar belleza; a generar altares para la belleza.”

Y la música siempre es parte del proceso para el director artístico. Cuando fue parte de Cirque du Soleil, el rey de los espectáculos a nivel mundial en la actualidad, Rossemberg comenta que la música que lo seducía fue la banda inglesa Depeche Mode, particularmente con las canciones Enjoy the Silence y Home. En ese momento, el director artístico se encontraba en Nueva York y esta música que la describe como “nebulosa”, ya que lo ayudó a gozar más de la atmósfera moderna de la ciudad que nunca duerme.

Rossemberg también habla de la gracia del lado latino de  la famosa ciudad Norteamericana con la música de salsa de la orquesta Fania All Stars. “Esta triada musical descifra mi estancia en New York” comenta, “y todo el desarrollo de estar investigando constantemente qué era lo nuevo en ese mundo.” Para él, esta experiencia representó un salto grande cuando regresó a El Salvador.

Cuando habla del amor, Rossemberg habla de un enamoramiento cerebral alejado de la cursilería. “Me enamoro de las mentes” asegura “a partir de eso, la música que ronda mis atmósferas románticas es música de los interpretes que me seducen como: George Michael, Miguel Bosé o música brasileña como Bossa Nova, Agostinho Dos Santos y Astrud Gilberto.”

Rossemberg se enamora de las canciones que le dan la sensación de una atmósfera infinita.

 

Para el último trabajo que realizó para Kaleidoscopio, Rossemberg pensaba en una canción al escuchar el concepto artístico de cada uno de los diseñadores emergente. Su trabajo era ayudarlos a canalizar cada torrente creativo y guiarlos en el camino pedagógico sin causar una castración a la esencia artística de cada individuo.

Por ejemplo, una de las fuentes de inspiración de algunos de los diseñadores fue la forma en la que se puede admirar el paisaje urbano de la ciudad de San Salvador desde un espacio alto. Este concepto se basaba en cómo cada fragmento visual de iluminación en la ciudad constituye parte de un todo. Rossemberg entonces pensó en la canción “Si tú no bailas conmigo” de Juan Luis Guerra.

Una parte de dicha canción dice: «Yo voy a salir disfrazado de tu horizonte para caminar contigo» y es con estas palabras que Rossemberg relacionó la pieza musical al concepto de diseño que veía:

El horizonte con el que se visualiza la cuidad representa más que una imagen exterior.

Representa la percepción que debería existir en el país.

Para Rossemberg, la idea de disfrazarse de “horizonte” simboliza un camino donde los límites impuestos y acondicionados por los distintos estereotipos dejan existir. El director artístico lo comenta: “Que nuestros políticos, nuestros gobernantes, nuestros creadores, nuestros artistas, nuestros administradores se pusieran ese disfraz de horizonte para llegar a una proyección a futuro de un mejor país.”

Más que una ideología sobre el rompimiento de límites, Rossemberg habla de un estilo de vida donde la libertad es enaltecida en cada momento. Esto se observa en el resultado de su trabajo: “Creo que todas las piezas o todo lo que puedo tocar lleva este aditamento de libertad” explica, “lleva este aditamento de androginia, lleva este aditamento de responsabilidad.” y agrega “Lleva este aditamento de Naniedad”

Y es aquí donde entra este nuevo concepto: NANIEDAD.

¿A qué se refiere Rossemberg Rivas con esta palabra? Él introduce su significado con las siguientes preguntas: “¿Se logra la sobriedad dentro de la exuberancia? ¿Se logra el silencio dentro del grito? ¿Se logra ser nadie cuando eres todo?” He ahí la cuestión.

Profundicemos más sobre este concepto junto al director artístico. “Una de mis filosofías de vida es lograr ser nada” asegura Rossemberg, “Siendo nada, eres todo.” Es en esa nada, donde él regresa a su primer amor.

Regresa a la atmósfera musical e íntima que le ofrecía su familia junto a la canción “Amor Verdadero” del cantante Willie Colón de su álbum “Fantasmas”.  Con esta composición, él relata que veía como sus padres bailaban muy enamorados al compás de la música. “Yo creía que con esa canción particularmente al ver a mis padres así,” afirma con fervor “que todo el mundo se enamoraba con esa pieza musical.”

¿Y entonces cuál es la Nada de Rossemberg Rivas? Esta nada no es el vacío. Al contrario, es la nada que está tan llena de riqueza que se convierte en nada únicamente porque no se le puede reducir a una simple cosa. Es como la oscuridad. Mucha gente le teme por que no sabe que encuentra ahí más es en ese espacio secreto donde existe un reino oculto que espera ser descubierto.

En la Naniedad, hay un centro límbico donde el individuo puede jugar a ser quién desee ser.

Puede gozar de la libertad de cada extremo y es algo que Rossemberg recalca: «Hay que vivir en todos los extremos para no ser ignorantes ni ignorados» explica, “Tienes que saber de todo, para no ser ignorante y tienes que volverte nadie para ser todo, para no ser ignorado.”

Es por eso que la Nada de Rossemberg es una amalgama de todo tipo de extremismos. Ahí se encuentra no sólo lo estético, sino también lo que pueda ser considerado grotesco. “Debemos entender que la belleza le pertenece a la fealdad y la fealdad le pertenece a la belleza.” Comenta, ya que para él, la belleza no es exclusiva de nada ni de nadie. “La belleza es la vida misma. La belleza es omnipresente.”

Belleza y fealdad unidas….Arte, música y libertad; ser nada para serlo todo; de esto está construido el Universo de Rossemberg Rivas. Está construido por la Naniedad y por ello, está construido de todo lo que nos rodea en la vida.

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