El secreto de YouTube como plataforma de videos digitales ha sido precisamente la diversidad de sus contenidos. Esta es una realidad que no escapa a ningún usuario del sitio, ya que apenas a los 6 meses de haber sido creado, ya tenía la reputación de que prácticamente cualquier video que uno buscara podía encontrarse en él. Con el tiempo, esta diversidad se ha enriquecido y refinado gracias una amplia gama de creadores de contenido. Sin embargo, todo tiene sus límites.
Del mismo modo que Facebook, la plataforma de videos de Google ha anunciado un ambicioso plan para poner un alto a cierto tipo de contenidos que incitan al odio y al cometimiento de acciones terroristas, la reciente escalada terrorista en distintas ciudades europeas es la razón por la que YouTube ha decidido tomar cartas en el asunto. Es sabido que mediante videos en esta plataforma, se daba lo siguiente:
Diversas organizaciones radicales difunden mensajes con objetivos de reclutamiento.
A fin de evitar que se utilice a YouTube con estos perversos fines, Kent Walker, consejero general de Google, ha dado a conocer un plan centrado en 3 acciones concretas con el objetivo de filtrar los contenidos extremistas de la plataforma. En primer lugar, se apostará por la autorregulación de la plataforma mediante el uso de inteligencia artificial y machine learning, se espera que en el mediano plazo el sistema sea capaz de identificar y restringir las incitaciones a la intolerancia de distinto tipo.
Esta medida en concreto plantea un reto a los encargados de YouTube, pues se requiere una gran precisión para que sean controlados los contenidos correctos: “Un vídeo de un ataque terrorista puede ser una retransmisión informativa si lo emite la BBC, o una glorificación de la violencia si es colgado en un contexto diferente por un usuario distinto”, comenta Walker en el comunicado oficial al respecto.
Las otras 2 iniciativas estarán enfocadas en el usuario, pues el componente humano es un factor clave.
Por un lado se fortalecerá el panel de expertos que examinan los contenidos. Para ello, se agregarán 50 nuevas organizaciones al programa de moderación, el cual ya contaba con la participación de 63 ONGs de distinto origen. Estas entidades definen los criterios que determinan si los contenidos denunciados incitan al racismo, sexismo, fundamentalismo religioso u otras expresiones de odio. A partir del referido plan, este comité de moderación complementa el uso de inteligencia artificial y contará con un mayor protagonismo de cara a la lucha contra los contenidos radicalizados y extremistas.
Y finalmente, se aplicarán penalizaciones concretas a los intentos de difusión de este tipo de videos. Una vez que se identifique que un contenido específico ha sido realizado con tales fines, se le colocará una advertencia y no será monetizado, por lo que sus creadores no percibirán ganancia alguna por sus reproducciones o publicidad adjunta. En casos extremos, los usuarios del sitio serán redirigidos hacia otros videos contrarios a las incitaciones al odio y al terrorismo. Esto tiene una doble finalidad:
Dificultar el acceso a videos de contenido incendiario y a su vez llevar a cabo una acción disuasiva.
Si bien las medidas anunciadas serán para toda la plataforma, éstas tendrán un mayor énfasis en el viejo continente, ya que Europa ha sido el blanco de los ataques terroristas más recientes.
Es cierto que el conocimiento circula a velocidades inusitadas gracias a Internet y plataformas como YouTube, pero se ha llegado con el tiempo a confundir la libertad de expresión con libertinaje. Esto ha hecho posible que expresiones de odio diverso que se creían erradicadas vuelvan a resurgir y estén prácticamente al alcance de cualquiera, por lo que acciones como estas, aunque drásticas, se vuelven necesarias.
