La tasa de interés es una variable clave en todo contexto económico que además cobra especial importancia en un entorno globalizado, particularmente en el caso de las monedas fuertes. Un cambio significativo en las variables atinentes a las mismas tiene efectos casi inmediatos en el resto de las economías alrededor del globo.
Para ser más específicos, dichos efectos tienen un mayor énfasis para los principales socios comerciales de los países que las emiten y a su vez, para aquellas economías de menor tamaño pero que operan en base a una moneda fuerte (para el caso, el dólar) y a la política monetaria del su emisor. Ejemplos de esto son El Salvador, Ecuador y Panamá, sólo por nombrar algunos que deben prestar especial atención a los cambios en esta y otras variables.
La tasa de interés tiene esta importancia, dado que se trata del costo del dinero.
En el contexto específico del mundo dolarizado, es el Sistema de la Reserva Federal (O simplemente FED) quien toma las decisiones en este aspecto. Recientemente Janet Yellen, presidenta de la FED, ha anunciado que las tasas de interés en dólares pasarán de 1.00% a 1.25% y constituye el segundo aumento de esta variable desde el mes de marzo.
Esta decisión está fundamentada principalmente en que la economía estadounidense está pasando por una fase expansiva. Sin embargo, está creciendo más rápido que lo que muchos analistas pudieran haber anticipado.
Las variables claves están superando todas las proyecciones.
Los principales indicadores analizados para aumentar el tipo de interés son el crecimiento del nivel de empleo y la tasa de inflación. Finalizada la primera mitad del año 2017, dichos factores se encuentran en una situación de mayor estabilidad que la anticipada por el referido banco central. Estados Unidos ha sido tradicionalmente una economía de pleno empleo (Entendido este concepto como la situación en la que la tasa de desocupación de una economía es menor o igual al 5%) y en la situación actual tiene una posición más sólida a este respecto. A la fecha, la tasa de desempleo se sitúa en 4.3%, que claramente se sitúa por debajo de lo proyectado para fin de año (4.5%).
La diferencia puede parecer mínima, pero aquí destaca principalmente que se ha alcanzado esta cifra en menos tiempo del previsto. A su vez, se trata de la economía más grande del planeta, por lo que 2 décimas de punto porcentual es equivalente a miles de millones de personas.
En lo que respecta a la inflación, ésta se ha mantenido por debajo de la meta propuesta, que era del 2%. A la fecha, el crecimiento del índice de precios fluctúa entre 1.6% y 1.7% y es posible que se reduzca aún más en los meses siguientes. Como punto culminante, se ha subido la expectativa de crecimiento económico al 2.2%, ya que para el último aumento de los intereses el PIB se encontraba creciendo apenas una décima debajo de la nueva meta (2.1%).
Todos estos indicadores reflejan que la decisión tomada es una respuesta al acelerado ritmo de crecimiento.
De mantenerse la tendencia, se anticipa que podría haber un nuevo aumento de la tasa de interés en los próximos meses. El objetivo es moderar una situación que, aunque positiva para esta y cualquier otra economía, lleva un ritmo difícil de sostener.
Entretanto, ya se han dejado sentir en la economía global algunos efectos de la decisión tomada por la FED, principalmente en el tipo de cambio y la cotización del oro y otros metales preciosos. Después del anuncio por parte de Janet Yellen, el euro y el yen han cedido terreno frente al dólar. Sin embargo, es necesario decir que la divisa japonesa ha sido la más afectada de las 2. A diferencia del euro, cuya cotización varió apenas un centavo, el yen ha cedido entre 0.22% y 0.35% de su valor frente al dólar. El día del anuncio se daban ¥109.70 por un dólar y 2 días más tarde, el tipo de cambio se encontraba a ¥111 por dólar.
En lo que respecta al precio del oro, la onza de este metal precioso se cotiza actualmente en US$1 mil 260, US$19.00 más bajo que los meses previos a este nuevo aumento de la tasa de interés.
De todos los efectos citados, claramente el más importante será a la vez el más obvio de esta medida, es decir, el encarecimiento los créditos en dólares. Está ligado a todo el funcionamiento económico concerniente a esta moneda y aunque se pondrá más sensible en las economías dolarizadas, resulta evidente que el ritmo de crecimiento de la economía estadounidense vuelve al mundo más caro.
