Nueva respuesta de Donald Trump ante provocaciones norcoreanas

Nueva respuesta de Donald Trump ante provocaciones norcoreanas

“La guerra es la continuación de la política por otros medios” –Carl von Clausewitz-

El intercambio belicista entre Donald Trump y el dictador de la República Democrática Popular de Corea, Kim Jong-Un, ha alcanzado su punto más álgido en los primeros días del mes de agosto. Puesto que en tan solo una semana, ambos países se han amenazado mutuamente con acciones que en el mediano plazo podrían hacer saltar la chispa de una nueva conflagración mundial, que sería el primer gran conflicto bélico del contexto digital.

Si bien la escalada de retórica pro-bélica entre ambos países no es algo nuevo, en cada ocasión surgen elementos que inclusive obligan a los aliados de ambos Estados a intervenir a fin de evitar un desastre de proporciones globales. El meollo del asunto estriba en la posesión y desarrollo de arsenal atómico por parte del régimen de Pyongyang, cuyo episodio más reciente es el anuncio de la fabricación de una cabeza nuclear de relativo poder destructivo. Según parece, posee tamaño suficiente para ser colocada dentro de los ICBM (Misil Balístico Intercontinental, por sus siglas en inglés) que han sido recientemente probados por el ejército de Corea del Norte.

Esta situación tiene su origen en la aprobación unánime de sanciones económicas para el Estado norcoreano por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el pasado 5 de agosto. Como respuesta a esto, Corea del Norte anunció el referido avance armamentístico.

A raíz de esto, arreciaron las increpaciones mutuas entre ambos gobiernos.

A consecuencia del reciente desarrollo nuclear norcoreano, la respuesta del gobierno estadounidense no se haría esperar y sería el desencadenante de nuevas tensiones. Del mismo modo, lo expresado por Donald Trump adquiere el matiz de ultimátum para el gobierno de Kim Jong-Un: «Es mejor que Corea del Norte no vuelva a amenazar a Estados Unidos. Si lo hace, encontrará un fuego y una furia que el mundo jamás ha visto», increpó el presidente norteamericano.

La respuesta de Corea del Norte sería rápida y directa, pues fue anunciado por Kim Rak-Gyom, general encargado del programa nuclear de este país, que las declaraciones del presidente estadounidense, traerían consecuencias concretas. En razón de esto, las fuerzas de Corea del Norte planean realizar un ataque al territorio no incorporado de Guam, una isla del archipiélago de las Marianas cuyos ciudadanos tienen la nacionalidad estadounidense, pero sin derecho al voto.

“El diálogo sensato no es posible con un tipo desprovisto de razón y sólo la fuerza bruta puede funcionar con él», manifestó el oficial norcoreano acerca del presidente Trump.

A una distancia de aproximadamente 3 mil 500km, Guam es el principal territorio norteamericano bajo amenaza.
A una distancia de aproximadamente 3 mil 500km, Guam es el principal territorio norteamericano bajo amenaza.

Cabe mencionar que en el referido territorio se encuentra una de las bases militares más importantes del ejército norteamericano en el Océano Pacífico, cuya ubicación estratégica permitiría a las fuerzas estadunidenses alcanzar la Península de Corea en cuestión de horas. Es por eso que es mencionada como blanco de un posible ataque con misiles Hwasong-12, los cuales tienen un alcance aproximado de 4 mil 500km.

Guam es el principal territorio estadounidense dentro del alcance de estos misiles.

Tras conocerse el posible ataque a la isla, Donald Trump reiteró sus intenciones bélicas contra el régimen, dado que a modo de última advertencia urgió al Estado comunista a “guardar la compostura”, y que de hacer caso omiso a las sanciones de la ONU y a sus advertencias, estarían “en problemas como pocas naciones lo han estado». A la fecha, el gobierno estadounidense se ha negado rotundamente a comentar a distintos medios sobre las posibles acciones bélicas.

Aunque formalmente no se ha hecho el primer disparo, al menos en el plano diplomático son evidentes las tensiones entre 2 gobiernos cuyas demandas resulta cada vez más difícil dirimir mediante diálogo. Así se da un ejemplo concreto de la frase que acompaña esta nota, pues con cada nuevo episodio queda claro que solamente es cuestión de tiempo.