Dunkerque: Una película para escuchar

Dunkerque: Una película para escuchar

Dunkerque (Dunkirk), la última producción de Christopher Nolan de género bélico, es una sinfonía del principio a fin. Más allá de la historia real en la cual se basa y de mostrar la guerra desde un punto de vista humano, el mérito de Dunkerque se lo lleva el protagonista de la historia: La banda sonora.

La propuesta del director nos recuerda un cine puro. No son los diálogos los que importan o las acciones propias de los personajes, sino el peso que tiene lo visual acompañado con el sonido, el ruido y el silencio adecuado.

Lo magNÍfico del filme no es lo que te cuenta sino cómo te lo cuenta.

Desde los primeros minutos de la película, Nolan nos trasmite la desesperación, el miedo, la incertidumbre sin pronunciar palabras. Luego, nos advierte el peligro mucho antes que ocurra a través del oído.

La película nos permite experimentar la guerra no como espectadores de una batalla sino como parte de ella.

Dunkerque: Una película para escuchar

La historia es contada desde tres escenarios: tierra, mar y aire. Cada uno de ellos reúne un compás independiente de los demás. Es decir, tiene su voz propia, su melodía, sus altos y bajos, como si se trataran de piezas diferentes pero vinculadas gracias a un repetitivo tic tac de reloj que cada vez se acelera para recordarnos la base histórica de aquellos acontecimientos.

Y recordarnos que el verdadero enemigo era el tiempo.

Con todos esos elementos, el sonido nos trasporta y demuestra el horror del rostro de la guerra sin la necesidad de escenas gráficas, cargadas de acción y destrucción. Podríamos cerrar los ojos ante una imagen fuerte. Pero dejar de oír los sonidos se vuelve complicado.

La interacción asincrónica utilizada en la narrativa se convierte en otro elemento interesante que brinda una perspectiva diferente del conflicto. A diferencia de Hasta el último hombre (Hacksaw Ridge), propuesta similar de Mel Gibson del año pasado y que narra de forma lineal los acontecimientos, Nolan prefiere recurrir a héroes colectivos cuyas acciones en diferentes momentos permitieron lograr el rescate de aquellos soldados.

El director de la saga del Caballero de la Noche (The Dark Knight) y Hombre de Acero (Man of Steel) nos demuestra que su  visión va más allá de héroes e incluso de ciencia ficción, como Interestelar y El Origen. Y que vale la pena visitar las salas de cine con tal de vivir una experiencia única durante la proyección del largometraje.

DuNkerque es un filme no para ver, sino para escuchar.