“Contame naturaleza, ¿Qué es lo que han hecho con vos?, hoy te destrozan de pies a cabeza y no te dan una razón…” –Rucks Parker- (Naturaleza – 1993)
En América y otras regiones del mundo, el clima y otros fenómenos naturales han tenido un comportamiento que, a pesar de ser muy activo para el mes de septiembre, el presente año suscita toda clase de interrogantes debido a su intensidad, frecuencia y potencia destructiva. Para el caso presente, rebasan toda expectativa y dato conocido. Las circunstancias son tan inusuales que incluso se han cambiado la agenda de la industria del entretenimiento para el resto del año, sólo como un pequeño ejemplo.
En el lapso de las últimas 3 semanas, los fenómenos climáticos y geológicos han estado a la orden del día con una frecuencia y poder nunca antes observados. Un resultado de esto ha sido el terremoto más fuerte en territorio mexicano en los últimos 100 años y una secuencia de algunos de los huracanes más destructivos que se hayan visto en mucho tiempo.
¿Qué está sucediendo con el clima?
Esta es una pregunta muy válida en el contexto actual, sobre todo después del paso del huracán Harvey hace unas 3 semanas por el estado de Texas. Se esperaba que el resto de la actual temporada de huracanes fuera muy activo, si bien Harvey había resultado más destructivo que Katrina (2005). El drama humano causado por la inusitada actividad climática estaba apenas por empezar.
Mientras Harvey perdía potencia, en el Atlántico se estaban formando otros 3 huracanes que llevarían más o menos el mismo rumbo. Katia y José evidentemente distan de ser tan destructivos como el huracán Irma, pero son amenazas latentes para los países en su trayectoria.
De esta cadena de sucesos, Irma llama poderosamente la atención al ser un fenómeno climático sin precedentes debido a su potencia y duración, inclusive los especialistas del clima valoraron en algún momento la creación de una nueva categoría, ya que Irma sobrepasaba por mucho los parámetros de medición de la máxima clasificación para este tipo de eventos.
Las primeras llamadas de auxilio del planeta.
Estas situaciones ponen en evidencia que el cambio climático es cualquier cosa menos un mito para defenestrar la actividad económica de algún país o bloque comercial, sino una total verdad y una bomba de tiempo que ahora y en este momento estalla en forma del huracán y el terremoto más fuertes. Hoy más que nunca puede ser muy irresponsable renegar de su existencia.
Mientras tanto, rogamos a la población en general guardar la calma y todo tipo de precauciones ante estos sucesos, a prestar ayuda en las emergencias que puedan presentarse, y sobre todo a no crear pánico en base a teorías de la conspiración.
Es un hecho innegable que estas circunstancias naturales están lejos de ser algo normal, aún para la época en que suelen presentarse. Es muy probable que esta sea la manera en que la madre naturaleza trata de llamarnos la atención en que nos estamos acercando al límite en cuanto a aquello que hemos venido haciendo en nombre del progreso y la modernidad. Todavía estamos a tiempo de reflexionar y hacer algo al respecto.
