Estados Unidos pone presión sobre el NAFTA

El retiro de los Estados Unidos del NAFTA (North American Free Trade Agreement, por sus siglas en inglés) es una de las principales promesas de campaña que a un año de mandato el presidente norteamericano, Donald Trump, no ha podido cumplir. Sin embargo, es probable que se encuentre cerca de su objetivo tras presionar a sus socios comerciales en el marco de este tratado.

Actualmente se lleva a cabo en Montreal, Canadá, la sexta ronda de negociaciones sobre los términos y caducidad del NAFTA. En dichas reuniones comerciales, se trata un tema de suma importancia que ya lleva algo de tiempo estancado debido a las pretensiones de los delegados norteamericanos y que a su vez podría ser el detonante para el fin del referido acuerdo comercial.

Se espera que en este contexto se logre un acuerdo sobre las reglas de origen en el sector automotriz.

Dicho tema se encuentra en negociación desde la cuarta ronda de pláticas comerciales. En aquel momento, Estados Unidos propuso elevar del 62.5% al 85% el contenido de autopartes de fabricación local –es decir, de cualquiera de los países miembros del NAFTA- en los automóviles que se comercialicen dentro del marco del acuerdo.

Estados Unidos pone presión sobre el NAFTA

Tal propuesta fue rechazada por México y Canadá en su momento, pues actúa en claro desmedro de la industria automotriz de ambos países. Elevar el requerimiento de contenido local a la tasa propuesta por la superpotencia implica que indirectamente estaría forzando a los fabricantes a un 50% de partes hechas en Estados Unidos a fin de poder comercializar sus vehículos en América del Norte.

Existe la perspectiva de que en efecto, podrían modificarse las cotas actuales consignadas en el NAFTA.

Sin embargo, ni Canadá ni México aceptarían los términos propuestos por los estadounidenses.

“Tal vez los tres países están de acuerdo con un incremento en el contenido regional, pero que éste no sea en los niveles que propone el presidente Donald Trump y tampoco al 50%. Probablemente las reglas de origen se modificarán y se analizan las contrapropuestas, pero no a esos niveles”. Comenta Adriana Ibarra, del Grupo de Práctica de Comercio Exterior y Aduanas de Baker McKenzie.

Se especula que una propuesta tan estricta sea parte de una estrategia sutil del gobierno de Donald Trump para echar abajo el NAFTA. Como se ha dicho, es inconveniente para sus contrapartes. Entretanto las cartas están sobre la mesa en una de las rondas de negociación más cruciales para la vigencia de este acuerdo comercial.