México: votar en la era del desencanto

Tomada de: Forbes México
Claudia Fernández, ciudadana Toluca México

 

Estas son las elecciones más polémicas de los últimos años. Los mexicanos asumimos que el llamado “ya sabes quién” será nuestro próximo presidente. En nuestro imaginario colectivo nos hemos hecho a la idea de que iniciaremos una nueva era política y social.  Grandes figuras políticas, ex-presidentes, líderes de opinión, así como la prensa internacional, han expresado su posicionamiento y auguran el triunfo de AMLO.

Como dicen en México: “cada quien cuenta cómo le va en la feria”. Yo me limitaré a dar mi perspectiva. Vivo en un distrito de clase media baja, donde la mayoría de los votantes son adultos mayores; pareciera que los jóvenes somos ajenos. Por ejemplo, en mi colonia abundan adultos, jubilados y señoras asiduas a la iglesia. Mi familia lleva más de cuarenta años radicando en la misma casa.

Votar en la sección 5081 significó el reencuentro con viejos vecinos.

Aquellos que no se hablan por años y que han tenido disputas a la manera de los Montesco y de los Capuleto; sin embargo, casi todos estaban allí.

Al llegar a la casilla, uno se encuentra con un ambiente de desconcierto, nadie sabe dónde formarse, qué hacer; la desorganización provoca un estrés pasajero. Noté que había personas con una actitud parecida a la de Cerbero, asegurándose de que los vivos no pudiéramos entrar al infierno. Lo que no saben, es que la mayoría de los mexicanos vivimos en la tierra de los muertos. Me di cuenta de que la gente que amo y la que odio podían convivir en el mismo lugar.

Minutos más tarde, permanece el ambiente de paranoia, hay incertidumbre, no falta quien busca la prueba del voto; el que olvida su credencial y los que se juzgan los unos a los otros. Cuando llegó mi turno de votar, me percaté de que una gran cantidad de electores tenía un aire de esperanza. Como yo, también había mucha gente que exige el derecho de soñar. Ya somos muchos los que no queremos repetir otro sexenio de muerte. En años anteriores, el voto en México ha sido un esfuerzo inútil. La política tiene forma de uróboros y los mexicanos hemos heredado el castigo de Sísifo.

Aunque suene cursi, el sol abrasa y abraza nuestras esperanzas.

El clima en Toluca es propicio para votar. Amanecimos con un cielo despejado, espero que sea una señal de claridad.

Más tarde, observo cómo vota mi madre. Con cierta esperanza, inserta su boleta en la urna para presidente. También me emociono. Los mexicanos tenemos derecho a la esperanza. Vivimos en la fantasía de que el Tlatoani cambiará el rumbo de este país, también nuestro destino. Estamos cansados del eterno retorno del PRI.

Tengo treinta años y es mi primer voto responsable y razonado. Voté por López Obrador. Asumiré lo que venga en los próximos seis años.