Hoy día, son muchos los esfuerzos para activar la economía creativa en El Salvador, cada vez más artistas y autores se animan a lanzarse a las turbulentas aguas del emprendimiento cultural, visto por años como un negocio no rentable. Esta vez te presentamos una historia de éxito, se trata del caso específico de Índole Editores, una editorial salvadoreña que cree que lo más importante es volvernos millonarios desde el espíritu.
El panorama literario en El Salvador es vasto, tenemos escritores y escritoras de alto renombre a nivel nacional e internacional y el libro impreso es la única forma de inmortalizar sus pensamientos más sublimes u horrendos, Índole Editores nació para materializar esta sensibilidad artística, al respecto, Susana Reyes, una de sus fundadoras nos comentó:
“Índole surgió como una necesidad de traer la literatura latinoamericana a El Salvador, nace una década después de los Acuerdos de Paz bajo la iniciativa de Carlos Clará, quien fuera coordinador de la DPI. Él identificó que había cosas que no se iban a publicar en esta editorial del Estado y necesidades de lecturas distintas de autores contemporáneos y clásicos”.
Susana, quien hoy funge como Coordinadora Editorial, nos cuenta como el amor y la pasión por los libros la llevaron a volverse colaboradora de este titánico proyecto:
“A pesar de que mis lugares de habitación son la poesía y el teatro, siempre me gustaron los libros como objeto, más que leer literatura, me gustaba ver los libros, su composición, me gustaba el objeto libro, el libro de pasta dura, imaginaba una biblioteca, por eso me dediqué a la edición”.
“El lujo del editor es poder leer los libros antes que nadie”
Pero, surge una pregunta clave en todo esto, y es ¿cómo se selecciona a los autores a publicar, quiénes son los ungidos que pueden ver su trabajo estampado para la posteridad, para Susana es clave que los escritos complazcan la sensibilidad de los lectores, al respecto indicó:
“Se trata de ese gusto de los editores por libros que consideramos que hacen falta, y que al leerlos nos complacen y decimos “creo que este libro hay que ponerlo a disposición de todos los lectores”. En la literatura nos gusta mucho publicar a los jóvenes como los talleristas de diferentes escritores como Rafael Menjívar Ochoa, por ejemplo”.
Y es que Índole, a través de doce años de trayectoria, ha trabajado con grandes escritores como Ricardo Lindo, Claribel Alegría, Waldo Chávez Velasco, entre muchos otros que hoy figuran en los textos de lenguaje y literatura de la currícula nacional. Según Reyes todo comenzó con mujeres escritoras, al respecto nos dijo:
“El primer libro que editó Índole fue “Olvida uno” de Claudia Hernández, luego “Mágica Tribu” de Claribel Alegría y “Lo que no conté de los presidentes militares” un libro de no ficción y memorias de Waldo Chávez Velasco”.
“El mayor reto de la industria editorial en El Salvador siempre será la distribución”
A pesar del gran esfuerzo de las industrias culturales para ofrecer un producto de calidad, el problema sigue siendo que el salvadoreño no lee, lee poco o lee mal. El influjo de los medios de comunicación y el entretenimiento, muchas veces vacío, priman en el inconsciente colectivo antes que la literatura o las artes. Por eso para Reyes editar será siempre una aventura en el silencio:
“Editar siempre es una aventura silenciosa, todo el trabajo previo de un libro impreso es tan complejo, como circula un manuscrito entre diferentes manos, son libros trascendentales, son una manera de dejar la memoria y la historia. Es grato es doloroso, es demasiado espíritu revuelto”.
Y es que los extraños fenómenos de la distribución y venta de los libros, son factores que entorpecen la penetración al público en general, ¿cómo hacer para crear ese gusto de parte del consumidor, ¿cómo hacer que se les aparezca el libro que quizá podría cambiar sus vidas?, ¿cómo decirles que un libro literario o de poesía es una inversión para el espíritu?
“A veces pasa que disfrutamos las cosas que son externas que podemos presumir, le decís a la gente cuesta $5 y le parece caro, pero va y pone una recarga de $5 y no le parece cara, ¿cómo encontrar esa relación costo beneficio? tomar un libro, leerlo y disfrutarlo. Si andamos con un libro, y si la otra persona no lo ha leído no se puede establecer ese diálogo, entonces la incógnita está en cómo descubrir eso, ese bocadillo que puede ser un libro para la gente”.
“no es una tarea fácil”
“A nosotros nos ha constado mucho que la gente consuma los libros, libros de grandes autores, nos ha costado mucho posicionarlos, pero creo que la fórmula es insistir, si uno cree en algo tarde o temprano eso se va a convertir en esa continuidad que genera respeto por parte de la gente”.
Ya sabes, en El Salvador sí hay opciones de crecimiento cultural de calidad, si te interesó la historia de Índole Editores, puedes seguirlos en sus redes sociales o comprar sus libros directamente en puntos de venta como: Librería de la UCA, Clásicos Roxil, Sanborns, Los Tacos de Paco, Museo MARTE, Café Luz Negra y la librería virtual de El Faro.
