Conoce el encanto de las tazas personalizadas con Mugnificent

Conoce el encanto de las tazas personalizadas con Mugnificent

Mugnificent es un negocio que comenzó como un hobby. Rebeca Leiva nos relata que hace dos años deseaba tener un hobby interesante con el cual pudiera pasar su tiempo libre. Siempre le había gustado hacer manualidades y detalles, ya de por sí, y junto a una amiga, Gaby Villalta, decidieron darle vida a esta idea emprendedora.

Todo fue de forma muy espontánea. Un día, Rebeca explica que se le ocurrió la idea de unir la palabra Magnificent (“Magnífico” en inglés), con la palabra Mug (“Taza” en inglés), ya que el negocio se trataría de vender tazas con diseños personalizados. Consiguen las tazas ya hechas para luego convertirlas en obras de arte.

Por los primeros meses, estos diseños fueron hechos a plumón, pero Rebeca y su compañera se dieron cuenta que esto no duraba.

Y se llevó el diseño de las tazas a otro nivel.

Cuando se trata de lograr que la ilustración sea parte permanente de la taza, el proceso es bastante trabajoso, pero Rebeca explica que le fascina. Compran las tazas sin diseño para luego decorarlas. Utilizando una pintura especial de cerámica, se les realiza la ilustración. Para que la pintura quede debajo del brillo de la taza, sigue el proceso de barnizar la pieza.

Conoce el encanto de las tazas personalizadas con Mugnifiscent
Traducción: Bello.

Luego de pintar la taza, en teoría se debería hornear, pero la emprendedora hace este paso a su manera. Deja que se seque la pintura y después le agrega un protector sin color, que protege el diseño. Lo deja secando y acto seguido, lo hornea.

Para esta parte, se utiliza un horno especial de cerámica que llega a los mil grados. Rebeca explica que tarda ocho horas en hornear cada pieza y ocho en enfriarse para que se pueda sacar el producto final. Las tazas se revientan si se abre antes. Es un día entero” explica, “Aunque hagas una (taza) o hagas diez, tienes que esperar horas para que se hornee” comenta con una risa.

El proceso suena complicado pero vale la pena el esfuerzo.

Rebeca asegura que así se certifica la calidad del diseño de la taza. “No se borra jamás. La taza sólo se arruina si se quiebra.” Detalla y agrega que el cliente puede meter estas piezas con tranquilidad en el microondas.

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Traducción del mensaje: Ella creyó que podía, así que lo hizo.

Cuando se lanzó el negocio en el día de la madre en el año 2015, el público reaccionó ante el encanto de las tazas. Rebeca comenta que no se esperaba que comenzara a recibir tanta cantidad de pedidos.

Las personas veían los productos y los querían. Y es porque realmente nadie más ofrecía tazas personalizadas. Gaby se retiró al año del negocio ya que no le alcanzaba el tiempo y cada vez recibían más pedidos. A veces se quedaban hasta las 3 de la mañana trabajando. Para Rebeca esto fue un gran cambio pero nunca se detuvo.

Siguió adelante con Mugnificent.

En ese entonces, no había un lugar fijo de venta. Las personas las llegaban a traer  a un restaurante que tiene Rebeca llamado Garage.

En una de las ferias de emprendedores, llegó la diseñadora Raquel Arana, a quién Rebeca ya conocía, y vio en persona por primera vez el trabajo de las tazas. Le compró una y luego le sugirió que mostrara sus productos para entrar en Hecho en Casa, tienda especializada en diseño salvadoreño.

Esto fue algo muy emocionante para Rebeca y desde entonces Mugnificent es parte de esta tienda tan reconocida.

Conoce el encanto de las tazas personalizadas con Mugnifiscent

Para atender su otro negocio y seguir dándole vida a los diseños creativos de las taza, Rebeca sabe cómo organizar su tiempo. Explica que los lunes y los jueves se dedica de forma exclusiva a Mugnificent. Esos días se sienta y empieza a sacar los diseños que ya tenía pensados.

Aclara que no toma un pedido de un día para el otro.

Siempre debe haber por lo menos una semana de por medio por el proceso que lleva realizar el producto y que este sea original. Después de todo, esa es la característica por la que esta marca se distingue: Ofrecer tazas con un diseño personalizado al gusto del cliente.

Conoce el encanto de las tazas personalizadas con Mugnifiscent

Cuando una persona le pide algo específico, Rebeca primero dibuja el diseño en lápiz sobre la misma taza y lo manda para ver si a la persona le gusta. Al ser aprobada la ilustración, comienza con el proceso de pintar el diseño con excelencia.

Aunque en el stand de Hecho en Casa las piezas no hayan sido hechas de acuerdo al pedido particular de un cliente, siempre siguen llevando ese toque único. Rebeca explica que la idea de las tazas es que las personas vean los diseños y digan que es algo que ellos pueden hacer. No se supone que deban ser ilustraciones rebuscadas o complejas.

Mugnificent se trata de conceptos sacados de la vida diaria.

La creadora de la marca tiene varias fuentes de inspiración. Comenta que a veces está viendo una serie o una película o escuchando una canción, y se imagina una paleta de colores que puede utilizar en una pieza. Le encanta usar frases en sus tasas positivas, femeninas y de empoderamiento. Algunas frases ella las crea y otra las saca de cosas que le han gustado. Hay muchos mensajes que incluso son cómicos.

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Traducción: Juro que esto es café.

Rebeca ha vivido todo tipo de grandes experiencias gracias a su marca. Nos comparte la más difícil: Un día iba para una feria de emprendedores y había pasado trabajando con entusiasmo en todas las tazas que iba a llevar por tres días seguidos, y le habían quedado estupendas. Las metió al horno, pero le olvidó poner una herramienta llamado cono que apaga  todo cuando el instrumento llega a los mil grados.  “Ese día no sé qué me pasó. Las meto al horno y no le puse el cono.”

Cuando abrió el horno al día siguiente, esperando ver el fruto de su trabajo, encuentra a todas las tazas derretidas como candelas. “Yo vi eso y me pongo a llorar como loca” relata. No sabía qué hacer, y al final tuvo que irse únicamente con siete tazas para no perder todo.

“Ahora tengo muchísimo más cuidado a la hora de hacerlo” comenta. “Es lo más horrible que me ha pasado”.

Por otro lado, nos comparte una anécdota bonita.

Una compañía estaba celebrando su décimo aniversario. Y le pidieron tazas con el logo y ciertos detalles llenos de colores. A la hora de entregarlos, el cliente estaba fascinado, admirando el trabajo manual.

Hay bastantes personas que valoran este tipo de trabajo, pero Rebeca comenta que no siempre es así. No todas las personas reconocen el valor del diseño de El Salvador. Cada obra lleva no sólo dedicación y trabajo, sino también tiempo. Desde una pulsera hasta una lámpara, el trabajo manual de un diseñador tiene un gran valor, porque es arte creada a partir de ideas creativas de su cabeza.

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Una de las piezas más admiradas de Mugnificent.

Las tazas normales son producidas de forma industrial de mil en mil.

 Una taza personalizada como las de Mugnifiscent no tiene comparación.

“Le pongo un montón de pasión” aclara, “y a la hora de estarlo haciendo, me emociono. Es como: Me fascina esa taza, me la quisiera quedar. Cada taza que hago, yo digo: Tengo que crear algo que si yo lo veo, yo lo quiero”.

Con una risa, la emprendedora explica que hay miles de tazas en su casa. “Quiero hacer un cementerio de tazas” sonríe.

Rebeca siempre está en la búsqueda de que más puede hacer y qué más puede crear. Quiere ampliar la línea de productos de Mugnificent a algo más que tazas. Ya hace macetas y llaveros y quiere descubrir que más puede hacer con cerámica. Te invitamos a seguir esta magnífica marca en Facebook e Instagram.

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