El nombre de Mischief Makers probablemente suene poco conocido a muchos de los gamers actuales, pero en realidad es una de las joyas perdidas de una época en que los videojuegos se consolidaban como un entretenimiento serio y de masas. Este juego, lanzado al mercado occidental un día como hoy, en 1997, destacó entre los principales lanzamientos del Nintendo 64 por ser una propuesta diferente.
Esta consola de la marca Nintendo, como otras de su generación, se caracterizaron por marcar una transición importante en el aspecto gráfico y sonoro; pues tanto en Nintendo 64, como en el PlayStation y el Sega Saturn, la consigna era desarrollar juegos en 3D y sonido estéreo. Se creía que el género de plataformas o sidescrolling, tal como lo conocimos hasta los 90s, había llegado a su fin. La tendencia se afianzaba y era aún más notoria a medida que aparecían juegos como el mítico Super Mario 64 o Spyro The Dragon (PSOne), por lo que cada vez eran menos comunes los juegos bidimensionales.
En medio del auge del 3D, Treasure Games optó por hacer algo distinto.
Este es un estudio fundado en el año de 1992 por Hideyuki Suganami y otros desarrolladores que hasta entonces trabajaban en Konami y que, en busca de mayor libertad creativa, se escindieron de dicha empresa tomando este nombre. Además de Mischief Makers, son autores de otras obras maestras como Sin & Punishment, Ikaruga y Gunstar Heroes.
A Marina le esperan algunos de los desafíos más variados en esta aventura.
Nintendo 64 atrajo la atención de Treasure Games desde el primer momento, tanto que participarían en el Shoshinkai de 1997 con un proyecto que desafiaba las tendencias que se estaban viendo para el primer año de la consola. El referido evento era algo así como el E3 u otras convenciones que conocemos ahora, pero era organizado por Nintendo y licenciatarios relacionados a fin de mostrar sus exclusivas y lanzamientos para las consolas de la marca.
El juego en cuestión se conoció en Japón con el título de “Yuke Yuke!! Trouble Makers” y tuvo una muy buena acogida en aquel país debido a su característico humor, una historia simple pero entretenida y unos gráficos y banda sonora muy agradables a los sentidos. Pero además de todo resaltaba entre los demás por una característica:
Ser el referente del 2D en el Nintendo 64.
Suganami –quien participó en Mischief Makers como diseñador de personajes- y su staff tomaron una apuesta arriesgada que con la mezcla adecuada de elementos resultó muy bien; al punto que un par de años más tarde inspirarían a algunos desarrolladores a continuar con el estilo bidimensional, aunque sin dejar de lado completamente el 3D. En otros que le siguieron podemos apreciar que de gran manera pudo combinarse el movimiento en 2 dimensiones con una perspectiva más abierta.
El juego no rompió esquemas únicamente por la cuestión técnica, sino por otros factores que inclusive llevarían a preguntarse si tendría futuro en otros países donde el paradigma sobre el rumbo de la industria era un tanto parecido. No obstante, para disfrute de quienes tenemos Nintendo 64, vemos que tomaron el riesgo y pudimos conocerlo de este lado del mundo.
Las heroínas también pueden ser graciosas.
Mischief Makers marca el debut de una protagonista como pocas, tan ruda como Samus Aran, pero tan simpática como Sakura Kasugano (Street Fighter Alpha). Marina Lightyears, también conocida como la “Ultra Cybot Intergaláctica G”, es mucho más que un clon femenino de Mega Man, como han llegado a tildarla algunos injustamente.
Si bien es cierto que sus orígenes son parecidos a los del héroe de titanio azul, ya que también fue creada por un científico para que fuera su asistente, Marina difiere en muchas cosas del personaje de Capcom. Como primer punto, ella pelea contra sus enemigos a mano limpia y su principal técnica es tomar a sus enemigos y sacudirlos a todo lo que da, para luego lanzarlos en cualquier dirección. Esto le da un toque gracioso y bastante simpático a la aventura. A esto se añaden las jocosas animaciones de los personajes cuando Marina les ejecuta su característico agarre. De igual forma, Marina es capaz de volar, pero ella lo hace por sí misma y por intervalos cortos.
La famosa sacudida ha inspirado los más variados y ocurrentes Fanarts:
Por lo demás, Marina tiene un sentido de la justicia a toda prueba y un gran corazón. Por ello, a medida que avanzamos en el juego se gana aliados con gran facilidad en un planeta desconocido para ella y el Prof. Theo. Inclusive en un cierto punto del juego ocurre que casi todo el planeta Clancer se vuelca a ayudarla debido a un giro inesperado de la trama. Por ello, Marina se ha ganado un lugar en el corazón de muchos adeptos de los 64 bits, ya que es una heroína ruda, valiente y carismática.
En los años 90s, lo simple seguía siendo atractivo.
En definitiva este juego no pasó a ser algo legendario debido a su historia, pues es bastante simple. Sin embargo, los giros que sufre a lo largo de los 50 niveles que lo componen la hacen evolucionar notablemente y se acompañan de situaciones bastante graciosas con un humor muy característico del contexto nipón. El Prof. Theo y su ayudante, que para el caso es Marina, habían despegado de la Tierra para hacer una visita al planeta Clancer, y al poco tiempo de aterrizar es secuestrado por “El Imperio”.
Con este nombre tan genérico se conoce a los villanos del juego, liderados por el Emperador Inner y su grupo de secuaces. Hay muchas teorías acerca de por qué Inner y sus súbditos secuestraron al Prof. Theo, pero hasta el día de hoy no ninguna versión oficial. A pesar de esto y como en muchas historias, nunca faltan entre los villanos unos que se roban el show.
“I Need your might… CERBERUS αLPHA!!!” –Lunar-
The Beastector es el nombre que reciben Lunar (Cerberus α), Tarus (Sasquatch β) y Merco (Phoenix γ): 3 guerreros de grandes habilidades que reciben órdenes directas de Inner, pero cuya actitud es bastante infantil y a menudo suelen quedar en ridículo en sus encuentros con nuestra heroína. Un dato curioso acerca de este simpático trío es que parecen combinar referencias de 2 Animes muy conocidos en la América Latina de entonces.
Muchas de las intervenciones del trío recuerdan de un modo bastante paródico a las Fuerzas Especiales Ginyuu, de Dragon Ball Z. Se presentan de un modo muy estrambótico y con poses muy llamativas y graciosas. De igual manera, sus vehículos de combate son una aparente referencia al Meka de los 80s Kousoku Denjin Arbegas (Arbegas, El Rayo Custodio), ya que en la batalla final se combinan en un solo robot gigante y están identificados por las 3 primeras letras del alfabeto griego.
Un detalle que pocos conocen de Mischief Makers es que hasta para la previa de su lanzamiento intentó romper esquemas. Actualmente es una práctica común que la banda sonora de un juego sea una regalía incluida en ediciones especiales y preórdenes. En los 90s, esto era algo que apenas iniciaba, y para introducir a Marina y todo su mundo a los fans se decidió que parte del OST estuviera disponible semanas antes de la fecha de lanzamiento; en pocas palabras, el excelente apartado musical fue la carta de presentación de este gran juego.
Se lanzó un single titulado Trouble Maker.
Éste incluía una versión vocal del tema de Mischief Makers que aquí compartimos. Esta pieza musical es interpretada por Masami Suzuki y comparte título con el referido single.
Quizá no fuera tan mediático como The Legend of Zelda Ocarina of Time o Banjo-Kazooie, pero actualmente es un infaltable de cualquier lista de mejores juegos del Nintendo 64 que destacan por uno u otro aspecto. Esto no es casualidad pues Mischief Makers siempre tiene algo para distintos tipos de público que lo hace entretenido y diferente. Hoy, a 20 años de su lanzamiento, en el resto del mundo hay mucha gente que pide una secuela, pero respecto de esto nunca ha habido un proyecto concreto, por lo que la leyenda continúa intacta tal como está. ¿Pudiste jugarlo en el Nintendo 64? Si alguna vez tienes oportunidad de probarlo, no dudes en hacerlo.
