Desde la creación y presentación del Diésel como combustible para los vehículos, siempre se sostuvo que este emanaba emisiones de humo menos contaminadoras y riesgosas para la vida del ser humano y el medio ambiente. Sin embargo, esto se ha vuelto un escándalo mundial debido a un estudio realizado por los científicos de la Asociación Europea de Estudios sobre la Salud y el Medio Ambiente en el Transporte en Alemania, en el cual se demuestra lo contrario a lo mencionado anteriormente.
Los principales gases que contiene el humo de los motores diésel son dióxido de carbono (CO2), oxígeno, nitrógeno, vapor de agua monóxido de carbono (CO), dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno (NOx), además de los hidrocarburos y sus derivados. Aunque la principal característica de estas emisiones es que producen partículas formadas por carbono o compuestos del gasoil, ocurre lo siguiente:
Es en una proporción veinte veces superior a la de los motores de gasolina.
Ya anteriormente se tenía claro que el diésel no producía nada bueno para la vida en el planeta, puesto que en el 2012 la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, encargada vigilar que partículas resultan cancerígenas, sitúo a las que produce la combustión de diésel en el nivel 1 de peligrosidad .
No sólo termina ahí. Según la investigación, esto puede ir poniendo a una persona mal empezando por sus fosas nasales y ojos, y terminando con numerosas patologías cardiovasculares. ¿Tomarán las empresas creadoras de vehículos esta alerta y mejorarán sus sistemas?