Luciano Palacios: ¿Existe la inclusión social en El Salvador?

¿Qué es inclusión social? ¿Existirá en El Salvador?

Cuando se trata de temas aglutinados a la naturaleza de una sociedad, se pueden tocar elementos delicados y polémicos. Sin embargo, es necesario profundizar y analizar las características de un contexto social si se desea comprender el carácter humano del asunto.

Inclusión social. Ese es el término en el cual Luciano Palacios, candidato a diputado de PDC (Partido Demócrata Cristiano) hace mucho énfasis cuando habla de la generación de valores en una sociedad. Pero ¿qué significa primero que nada la inclusión social?

Se define como una tendencia a ofrecer posibilidades y oportunidades de participación en la vida social a personas en riesgo de pobreza. Estas posibilidades y oportunidades se otorgan, en esencia del significado, de forma plena y justa. En sí, la inclusión social busca como propósito integrar a las personas de diferentes clases sociales y así, como consecuencia, mejorar la sociedad.

Es por eso que Luciano entra en el tema del deporte.

Habiendo sido parte de varias federaciones deportivas del país, el candidato explica que en los deportes, no sólo se desarrollan habilidades físicas, sino también habilidades mentales. El deportista aprende de valores como la disciplina, el trabajo en equipo, el honor y la perseverancia, pero Luciano explica que en El Salvador, hay bastante incongruencia al respecto de la inclusión social.

Comenta que en teoría la inclusión social no es algo que pueda estar en venta. Sin embargo, entidades como el INDES (Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador) ha quitado el presupuesto a algunas federaciones o lo ha enflaquecido, alegando que el deporte es de elite. “El sentido se pierde” opina Luciano

Una realidad es que el rubro del deporte parece ser subestimado. Luciano elabora un poco al respecto: “Es subestimado pero por una sola cosa: No está profesionalizado”. Ahonda en el tema ejemplificando el caso de los padres de deportistas que ven este tipo de disciplinas como una pérdida de tiempo o como algo que no aporta nada.

El deporte sufre el mismo paradigma que el arte.

“Sufren esas palabras peyorativas de parte de la sociedad” puntualiza Luciano. Se trata de rubros que le aporta a la cultura y a la sociedad del país. El candidato comenta que hay leyes que detallan que el deportista tiene que ser profesionalizado, pero no se cumplen. El problema se engrandece.

“Para hacer arte, cultura o deporte, tienes que dedicar tu vida. ¿Qué significa? Que por lo menos vas a estar metido en eso 6 horas al día” explica Luciano. En este sentido, el dilema recae cuando se termina la vida del deportista o del artista. Hay que recordar que la vida de una bailarina de ballet, por ejemplo, termina usualmente cuando esta tiene 30 años.

¿Y qué ocurre con estos individuos después? En El Salvador, no obtienen ninguna aportación. Luciano dice que esto repercute de forma negativa en la sociedad, porque en el deporte y en el arte, se encuentran los principios básicos que necesitan ser fomentados en la cultura. “Sí o sí, te hace una mejor persona” asegura.

Uno de los casos más emblemáticos es el de Jorge Jiménez.

Este admirable salvadoreño se convirtió en el Campeón Mundial de tiro con arco. Sin embargo, luego de eso, lo único que se le ofreció fue una fiesta. No hubo ningún otro tipo de compensación. “Dos años después, este hombre andaba buscando trabajo. No podía mantener a su familia” comenta Luciano.

Algo que debe ser mencionado es que en las federaciones, hay un tema de masificación y hay un tema de especialización. No todos los deportes son masificables y no con todos se pueden obtener resultados maravillosos. Hay deportes que con menos de 100 atletas traen muchas alegrías a nuestro país. Por ejemplo, Luciano explica que el fútbol es el ejemplo perfecto ya que en cada rincón del país, hay personas jugándolo pero no necesariamente eso le trae reconocimiento mundial.

Él comenta que el problema al respecto se complica más porque hay federaciones que quieren masificar un deporte con un presupuesto mezquino. “¿Cómo  les vas a dar una buena educación deportiva a estos niños? ¿Cómo los vas a convencer de que lo que estás haciendo tiene futuro? ¿Dónde están los incentivos a los deportistas? ¿Cómo vas a convencer a su familia para que lo apoye en el deporte? ¿Cómo pueden pedir resultados fantásticos a las federaciones con esos presupuestos deprimentes?” aclara Luciano.

Hay otra pregunta que sigue después de todos estos datos:

¿Dónde está la inclusión social?

El deporte debería ser, por definición, una actividad de integración social donde las personas tengan la oportunidad de descubrir su talento, desarrollar su capacidad atlética y profesionalizarse. Sin embargo, la politización, la necedad e incapacidad que existe, por parte de los peces gordos encargados de este mundo,  hacen que el deporte sea “una definición de no inclusión social” y que exista el clasismo en este mundo.

Esto no permite que en El Salvador, como sociedad, enriquezcamos en cultura. No permite que los individuos amplíen su visión a futuro. Es por eso que Luciano recalca que el deporte es pilar fundamental de la culturización, como el siguiente paso para la lucha del bienestar de la sociedad.