Por: Licda. Marcella Segura, Experta en registros sanitarios y exportaciones.
La pandemia del COVID-19, ha generado una crisis social y un boicot a la mayoría de comerciantes y empresarios alrededor del mundo, también se ha convertido en una amenaza a la salud pública y está desafiando las decisiones y metodologías de las autoridades reguladoras a nivel mundial.
El puente esencial entre una compañía fabricante de productos de primera necesidad y las autoridades reguladoras lo constituye un equipo de profesionales especialistas en asuntos regulatorios, que garantizan por medio del cumplimento de leyes y normas sanitarias la protección de la salud pública, cuyo objetivo principal es garantizar la seguridad y eficacia de los productos que se consumen a diario como: farmacéuticos, insumos médicos, cosméticos e higiénicos .
El COVID-19 ha impactado de manera positiva la relación autoridad-compañía, facilitando a los profesionales especializados en asuntos regulatorios, la obtención express de permisos sanitarios por medio de métodos prácticos que reducen documentación y tiempo.
El bien común de la relación persigue un solo objetivo: aumentar el volumen de suministro y abastecimiento en las cadenas de supermercados y farmacias, para proveer a la población productos de primera necesidad que sean seguros, eficaces y que contribuyan al combate del COVID-19; permitiendo a los productores duplicar sus lotes de fabricación y aumentar exponencialmente sus ventas, importaciones y exportaciones.
La crisis y la necesidad urgente de proveer a un país productos que garantizan un soporte a la salud y una prevención de contagio, han permitido la creación de métodos ágiles y prácticos que suprimen a los métodos convencionales; rompiendo barreras de tiempo y distancia gracias a herramientas como portales virtuales, generando así; ventajas de acceso y un proceso simplificado de obtención de permisos sanitarios de libre venta, exportación e importación.